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Inmerso en la ola de novelería que nos invade hay que destacar un modismo navideño que ha arraigado para los restos. Se trata del uso y abuso de cantarle a la Navidad según Jerez, Jerez de la Frontera como gustan recalcar los más fundamentalistas del lugar. Y ha arraigado tanto esto de la zambomba, que muchos llaman zambombá y que es como si quisiesen darnos con el popular instrumento navideño en la cresta, digo que ha arraigado tanto que hasta en Triana se organizan estos festejos bajo nombre jerezano; en Triana, donde la Navidad se celebraba con su sello genuino, sin necesidad de importaciones. Y al cabo, lo que se importa es sólo el apelativo para la celebración de la Navidad flamenca de toda la vida. El resto, lo mismo en Jerez que en la Cava, es cantarle al Niño Dios por tangos o por bulerías, por cualquier cante festero haya o no haya zambomba por medio.
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