¿Por qué ese afán para que no se olvidara la toalla?

NO te olvides la toalla cuando vayas a la playa, uouó shalalá, yeye-yeyé. En 1986, en el verano de Butragueño, los aragoneses de Puturrú de Fua crearon un lema social a la altura de "Mantenga limpia España" o "Cuando el bosque se quema algo suyo se quema", frases martilleantes para conciencias comunes, aunque en este caso con la retranca de tres tipos de tierra adentro. Con el agujero en la capa de ozono hubiera sido más aconsejable que no te olvidaras la sombrilla para ir a la playa, pero claro, no rimaba. El efímero estrellato de los Puturrú es de esos triunfos virales que sólo se comprenden en una España en que sólo hacía falta aparecer por Los 40 Principales y un rato por la tele para convertir en número 1, o en número 10, cualquier tontería que saliera de un estudio.

Los tipos de la toalla y de poco más, entre los que militaba un sobrino de José Antonio Labordeta, eran una versión rebajada y más castellanizada de La Trinca, herederos de La Charanga del Tío Honorio. Los catalanes estaban en su apogeo antes de que se hicieran multimillonarios con Crónicas marcianas y los Puturrú seguían su estela, disfrazados y rebañando la guasa sobre temas actuales cuando los chistes no se podían transmitir por internet y sólo se divulgaban en velatorios y en la barra del bar. Por eso el pareado de la toalla y la playa sonaba a risa, aunque en verdad su mantra no diera para mucho. El trío aragonés utilizó métodos académicos para este sonsonete estival compuesto de letra sencilla y redundante, con ripios machacones y música ratonera que pueden bailar suegras y cuñados. Una renovación de Georgie Dann con tipos travestidos y disfraces cutres, como si se hubiera ido de las manos la barbacoa con los vecinos. Al final esta gente Ni fu ni fuá, que fue otra de sus radiofónicas repercusiones. El trío estaba llamado a jalear fiestas patronales, sin poder aspirar a los premios Grammy, aunque hicieron canciones mejor rimadas y afinadas que la mayoría de David Bisbal.