La Cámara de los cartelitos

14 de julio 2025 - 03:06

El presidente del Parlamento andaluz, Jesús Aguirre, lo expresaba el pasado ( y desagradable) pleno: “Señoría, quite ese cartel que esta es la Cámara de la palabra, no de los cartelitos”. La diputada socialista Ángeles Férriz, blandía, en efecto, un folio con el lema “Cazorla no se rinde” en demanda del centro de salud de la localidad. El fondo del asunto, el centro de salud, es grave e importante; la forma, cuestionable.

Por las derivas que está tomando la política nacional y también la andaluza, parece que la falta de educación es la norma en política. Por perderse, se ha perdido hasta una deliciosa palabra que los sucesivos presidentes del Parlamento utilizaban recurrentemente: decoro. Ahora con que sus señorías no se insulten, nos conformamos.

Los vecinos, indignados, sacaban pancartas y mostraban a la consejera de Salud su indignación por la situación del pueblo; tenían que ser desalojados por los ujieres de la casa que tampoco pasaron un rato agradable ni mucho menos.

¿Era todo esto necesario? El Parlamento andaluz es la casa de la palabra de todos los andaluces, una institución que debería ser respetada por todos empezando por quienes tienen en inmenso honor de representar a sus ciudadanos. Encima de la Mesa está una propuesta para regular el acceso del público en general a la Cámara; el debate está abierto y debería resolverse por consenso.

Cada vez es más frecuente que diferentes colectivos entren por los pasillos e increpen al presidente de la Junta y a los miembros de su Gobierno. ¿Es nuevo? Que le pregunten a Chaves por los trabajadores de Astilleros. Pero lo que antes era anécdota, ahora es lo cotidiano. En el Congreso de los Diputados, las visitas entran y salen por un circuito cerrado, y no tienen contacto con los dirigentes políticos.

¿Hay que hacer lo mismo en el Parlamento andaluz? Los pasillos del antiguo Hospital de las Cinco Llagas son un espacio de libertad para el libre ejercicio del periodismo. Lo repito. Un espacio de libertad para el libre ejercicio del periodismo. Los miembros del Gobierno andaluz (ahora y antes), los diferentes portavoces de los grupos de la oposición y los periodistas se entremezclan y charlan con tranquilidad. Y eso también es la esencia de la Democracia.

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