La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Objetivo, el Rey
Opinión
Hace prácticamente cuatro años desde las últimas elecciones en nuestra tierra. Era la primera vez que nos presentábamos a unas elecciones en Andalucía y gracias a la confianza y la ilusión de miles de andaluces conseguimos entrar con fuerza en el Parlamento andaluz.
En todo este tiempo hemos conseguido arrancar al Gobierno de Susana Díaz reformas que nunca antes se habían impulsado en Andalucía. Exigir que Chaves y Griñán tuvieran que dejar la política por el repugnante caso de corrupción de los ERE, bajar el IRPF en Andalucía por primera vez en democracia o eliminar el Impuesto de Sucesiones es un hito histórico para España y un alivio para cientos de miles de familias andaluzas. Ha sido una tarea dura, pero pese a las dificultades constantes que ha puesto el Gobierno de Susana Díaz, lo hemos conseguido. Porque lo tenemos muy claro, lo primero son los andaluces.
Pero el PSOE tiene un problema que se llama corrupción. Un mal contra el que, como han dejado claro en estas últimas semanas, no están dispuestos a luchar. La falta de palabra de Susana Díaz en la lucha contra la corrupción ha sido la gota que ha colmado nuestra paciencia: el no de Susana Díaz a eliminar los aforamientos, el no a una Ley Electoral justa en la que el voto de todos los andaluces valga lo mismo, el no a cerrar los chiringuitos políticos donde durante décadas han ido colocando a sus amigos y compañeros de partido y el no a dar explicaciones sobre cómo se han gastado el dinero de los andaluces en prostíbulos. Se acabó.
Ciudadanos nació para regenerar la vida pública y cada vez contamos con más andaluces acompañándonos para que los cambios no tengamos que exigirlos a los que no quieren cambiar nada sino que podamos hacerlos nosotros directamente. Por eso los votos de Ciudadanos no van a servir para que Susana Díaz sea presidenta y el PSOE gobierne, van a servir para que Andalucía cambie. Y hoy en nuestra tierra sólo hay una opción sensata dispuesta a tener un gobierno al servicio de los andaluces después de casi cuarenta años de Gobierno de los mismos.
Los andaluces nos lo merecemos. 40 años son suficientes. Mientras unos se han dedicado a convertir Andalucía en su cortijo particular, otros se han dedicado a acumular fracaso tras fracaso sin aportar nada nuevo a la vida de nuestros ciudadanos. Porque el bipartidismo es corresponsable de nuestra situación y ha llegado la hora de decir basta ya. Ha llegado la hora de liderar una nueva etapa política en Andalucía con un nuevo Gobierno honesto, responsable y a la altura de los andaluces. Mi equipo y yo vamos a trabajar con esfuerzo e ilusión por un cambio de verdad. ¿Cambiamos?
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