La derecha perdida

No se aprecia una alternativa fuerte del centro y la derecha, que se han roto. Para regocijo del PSOE y Podemos

Las encuestas del CIS de Tezanos te las puedes creer o no. Ya se verá el 2 de diciembre si iban bien orientadas. Pero la derecha, después de Rajoy, ha perdido el rumbo y la compostura. Ha vuelto la división que mantuvo al PSOE de Felipe González durante casi 14 años en el poder. Así afronta un momento que algunos ingenuos confunden con una nueva primavera. La historia se repite cuando cometen los errores del pasado. Lo entendió hasta Fraga, al que le costó trabajo aprenderlo. Ahora el centro y la derecha se han dividido en tres partidos que aspiran a la hegemonía: el PP, que la tenía; Ciudadanos, que la busca; y Vox, que incordia por el extremo.

Ninguno de los tres tiene futuro, a corto plazo, por sí mismo. El PP se debate en una crisis de identidad. Necesita renovarse en las personas, los proyectos y los modos. Eso obliga a soltar mucho lastre y a tener las ideas claras para el futuro. El PP sólo ha gobernado cuando integró desde el centro a la derecha. Es decir, cuando Aznar consiguió fusionar la antigua UCD de Suárez y la AP de Fraga, ambos inclusive. En 2011 ganó Rajoy porque además consiguió votos de las clases medias que estaban cabreadas con el PSOE. Pablo Casado debe entender que si se escora demasiado a la derecha es líder muerto, envejecerá en la oposición y volverá a la insignificancia de AP. No basta con pasear banderas de España, sino que debe ilusionar con una alternativa seria.

Pero es difícil que lo consiga un solo partido, ya que hay dos que son más de lo mismo. Ciudadanos cada día se mimetiza más con el PP, en su afán de quitarle votos. En todas las encuestas se nota que los nuevos escaños de Ciudadanos son a costa del PP. Están fracasando en su otro objetivo, que debe ser ganar votos de centro izquierda al PSOE. Algo que es imposible si mantienen propuestas y actitudes que son iguales o más de derechas que las del PP.

En cuanto a Vox, nunca será una alternativa seria de gobierno en España. Vox surge de una falsedad: no es el PP auténtico de los principios perdidos. Vox sólo es el franquismo posmoderno. Hasta Fraga defendió el Estado de las Autonomías y presidió la Xunta de Galicia. Vox recupera un ideario del siglo pasado. A Vox sólo le falta cantar con camisa azul. Vox no hubiera crecido sin la torpeza de Pedro Sánchez con Franco.

Así las cosas, no se aprecia una alternativa fuerte del centro y la derecha, que se han roto. Para regocijo del PSOE y Podemos. Sólo la volverá a haber si el PP se recupera o se fusiona con Ciudadanos.

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