Lo diga Agamenón o Meloni

Es preocupante y triste que sea Meloni quien logre que el derecho al aborto quede fuera de la declaración del G7

16 de junio 2024 - 01:00

Meloni logró que el derecho al aborto quede fuera de la declaración conjunta del G7, enfrentándose sobre todo a Macron. El papa Francisco, primer pontífice que asiste a esta cumbre, expresó su preocupación por la inteligencia artificial, la deshumanización obrada por el “paradigma tecnocrático” que conduciría a la humanidad “a un futuro sin esperanza” al quitar a las personas “la capacidad de decidir por sí mismas, condenándolas a depender de las elecciones de las máquinas”, la integración de la economía en un proyecto político que busque el bien común, la buena política que sea un camino eficaz hacia la fraternidad universal y la paz social, la búsqueda de principios compartidos con los cuales afrontar los dilemas y conflictos de la vida o la utilización de dispositivos, como las armas autónomas letales, que deberían prohibirse. Hizo, sí, una referencia, a la “cultura del descarte”. Pero ante los líderes mundiales, que yo haya leído, no repitió su contundente “el aborto es más que un problema, es un homicidio; sin medias palabras: quien realiza un aborto, mata”, como, entre otras ocasiones, dijo en sus difundidas declaraciones de septiembre de 2021.

Fue Meloni quien abordó la cuestión y logró que no se asumiera el aborto como un derecho basado –y esto es así se piense lo que se piense sobre ello– en las mentiras de que se trata de una decisión sobre el propio cuerpo, cuando es a otro cuerpo al que se da muerte, y sobre la elección de la maternidad, lo que en una sociedad desarrollada y sexualmente educada se hace utilizando los anticonceptivos.

¡Pero es que Meloni representa la extrema derecha populista que tan alarmantemente crece en Europa! Cierto. Pero lo preocupante y triste no es esto, sino que la izquierda y el liberalismo consumista hayan hecho bandera de lo que, mintiendo, defienden, ni siquiera como una solución traumática a un fracaso, sino como un derecho que garantiza la libertad de la mujer para decidir sobre su cuerpo y su maternidad. Esta desafortunada circunstancia permite que a quienes nunca votaremos a la extrema derecha, pero consideramos el aborto un asesinato prenatal, nos metan en el saco de los fachas, xenófobos, machistas, antifeministas y homófobos. Pues habrá que apechugar con ello, aunque sea mentira. La verdad es la verdad, la diga Agamenón o Meloni. Una sociedad que camina por esta senda de mentiras y crueldad se condena a sí misma.

stats