Las dos orillas

José Joaquín León

La doble

SI Bibiana Aído hubiera posado como Soraya Sáenz de Santamaría, ¡ay la que le hubiera caído! Lo mínimo que se escribiría es que había sido una idea de Zapatero para abrir otra cortina de humo, ahora que la CE estima que el paro llegará al 19% en España en 2010. Pero Soraya se ha arrancado por su cuenta, con la venia de Rajoy, que la fascina (políticamente hablando, se entiende), y ha levantado pasiones con su foto en la portada y el Magazine de El Mundo. Tampoco hay que pasarse con ella. Lo de Soraya no ha sido como las fotos de la concejal del PP de Lepe que apareció fresca del todo en la portada de Interviú. Son frivolidades que se hacen, y que dan mucho que hablar, más que el PIB.

Algunas feministas se indignan con este tipo de fotos, que no sé si serán sexistas, aunque no discriminatorias, pues Beckham también posa en calzoncillos. Los políticos posan menos, si bien en el PP son muy dados desde los tiempos del fundador Fraga, fotografiado en Palomares con un bañador que marcó tendencia.

Lo más llamativo de este caso se lo he oído a mujeres, entre ellas:

-Pues Soraya, en esa foto, está muy retocada...

-Fíjate que yo hasta creo que es una doble.

Fíjate si algunas son malas… Ya hasta piensan que Soraya tiene una doble. Dicen que la portavoz del PP está muy cambiada desde que el fascinante Mariano Rajoy la ascendió, que se hicieron portadas con la nariz retocada de doña Letizia, pero...

Todo político que se precie debe tener un doble. Un político sin doble sólo sirve para andar por casa. Se cuenta que Franco los puso de moda. Se hablaba de varios franquitos, algunos para suplirlo de verdad y otros carnavalescos. A Bush, por ejemplo, le hubiera interesado tener un doble para enviarlo a Iraq y que le arrojasen un zapato, mientras el auténtico Bush dormía en su rancho. ¿O no era un doble? En EEUU son muy dados a estas cosas. Cuando la candidata republicana a vicepresidenta, Sarah Palin, irrumpió en la carrera electoral, le hicieron un calendario que ha superado en ventas al de las chicas Pirelli, y en los espectáculos de Las Vegas aparecían strippers disfrazadas como dobles de la Palin, para regocijo de esos pervertidos. Una moda que aquí no se ha copiado con María Teresa, afortunadamente.

El doble es, por definición, la copia del original. Hay dobles de carne y hueso, a los que no debemos confundir con los retoques digitales que convierten al original en un doble de sí mismo. La utilidad del doble es que apechugue con las duras, mientras el original pone sonrisitas en las maduras. Otra utilidad es que puedes dar sendos mitines en Vigo y Almería a la misma hora. Pero, en el caso de la foto, me aseguran que la doble de Soraya es la propia Soraya.

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