Luis Carlos Peris

Todo es dureza hasta llegar a Palacio

La ventana

11 de agosto 2009 - 01:00

PALACIO tiene una presencia enorme en toda la lírica que rodea a la romería del Rocío. ¿Qué sería del Rocío sin ese volumen de literatura que le ha acompañado desde Muñoz y Pabón a nuestros días? y Palacio está en numerosas poesías y en un sinfín de letras de sevillanas rocieras. Palacio es un punto neurálgico en el camino de todas las hermandades que hacen el camino de Sevilla, de todos esos romeros que lo tienen como atalaya desde la que ya se ve la tierra prometida, pero los tiempos no entienden de estas cosas y en un alarde de insensibilidad, el mandarinato ha dicho que de Palacio, nada de nada, que por la trasera y nada de utilizar el pilón, ese largo abrevadero con que caballos y bueyes se reponían de los rigores de la Raya. La propiedad no entiende de peregrinos ni gaitas, la autoridad la respalda y, si el Cielo no lo remedia, a hacer puñetas uno de los puntos que engrandecieron la leyenda que rodea al Rocío.

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