Carlos / Colón

¿El estalinismo democrático?

La ciudad y los días

13 de marzo 2014 - 01:00

QUE un comunista hable de crímenes de guerra refiriéndose a la Guerra Civil es un chiste de humor negro. Otra cosa, evidentemente, es el eurocomunismo democrático que rompió con la URSS. Pero si de lo que se trata en este anteproyecto de Ley de Memoria Democrática es de los años 30 hay que reconocer que los comunistas españoles, salvo los disidentes que fueron exterminados por sus camaradas antes de que Franco lo hiciera -recuérdese el caso del POUM, y la tortura y asesinato de Andreu Nin por el PCE en connivencia con la NKVD-, eran estalinistas que daban por buenas las grandes purgas que, justo durante nuestra Guerra Civil, se desarrollaban en Moscú y aquí protagonizaron atroces crímenes de guerra.

Durante años referirse a estos crímenes era incómodo, por asimilación con la propaganda franquista. Pero, además de los testimonios de testigos fuera de toda sospecha por su republicanismo y lucidez -Azaña- o por sumar la independencia al republicanismo y la lucidez -Manuel Chaves Nogales-, los historiadores más serios y de mayor prestigio llevan años estableciendo lo que sucedió. Y el PCE de los años 30 no sale precisamente favorecido. Tampoco el de los años posteriores. Lean el recién publicado El telón de acero. La destrucción de Europa del Este 1944-1956 de Anne Applebaum, años en los que Dolores Ibárruri, residiendo en Moscú, era la secretaria general del PCE.

Dicho lo cual estoy de acuerdo con algunos puntos del anteproyecto de Ley de Memoria Democrática, menos en la creación de esos consejos o institutos con un cierto aire inquisitorial. En que se dé digna sepultura a los muertos coincide todo el mundo. "Limpiar" de símbolos franquistas los espacios públicos se viene haciendo desde la Transición. Sólo discrepo en que se ignoren las razones artísticas. A ningún gobierno italiano se le ocurriría derribar el EUR o la Casa del Fascio.

El mayor problema, además del artístico, es que, una vez eliminados todos los símbolos de la dictadura franquista, quedarán los del comunismo estalinista relacionados con España. ¿También se van a eliminar las plazas y calles dedicadas, por ejemplo, a Dolores Ibárruri? ¿O la Junta celebra a los estalinistas y entiende que Ibárruri fue una campeona de la democracia y las libertades? Puestos a borrar huellas de las dictaduras, la tarea no debería limitarse a la franquista. Salvo que la Junta crea que hay dictaduras buenas y dictaduras malas.

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