Luis Carlos Peris

Las extrañas críticas al elogio de un chaval

Desde mi córner

12 de febrero 2016 - 01:00

PARECE que la catarata de elogios que anda cayendo sobre un chiquillo ha ocasionado malestar en un sector muy definido de la ciudad. Me refiero a la reacción contraria al incienso que está recibiendo Charly Musonda después de su brillante debut del domingo ante el Valencia. Una reacción que resulta comprensible, a fuer de ocurrir siempre, entre los que no tienen al Betis en su galería devocional pero muy extraña en algún presunto bético.

Está claro que una sobredosis de incienso puede ser perjudicial para un chico que acaba de salir del cascarón. Puede despistarse y elegir un camino que no rinda en el éxito. Es más, los que bien lo quieren seguro que preferirían atenuar los piropos. Nació en una familia futbolera y cualquier iniciado sabe que fueron muchos los llamados, pero pocos los elegidos. Y en esos muchos llamados que se quedaron en el camino, el incienso en exceso fue el causante del descarrilamiento.

Ahora bien, cuando el equipo preferido escatima las satisfacciones como las escatima el Real Betis Balompié, la aparición del Musonda de turno provoca una satisfacción tal que moderar los piropos es complicado. Complicado y antinatural, pues también tiene derecho ese amante del Betis a disfrutar algún día, algún minuto, alguna vez. Pero hay quien no lo comprende y hasta los que parecen sufrir un ataque de urticaria con sólo imaginar algo bueno para este Betis.

El otro día me dio por comparar este debut con el de Del Pozo y gente que ni siquiera vio jugar al jerezano lo calificó de sobredimensión. Del Pozo no fue Garrincha, conque no ha lugar a la calificación de sobredosis de incienso, pero en una de sus primeras apariciones fue llevado en hombros al vestuario junto a su paisano y casi hermano Benítez. Gotas de agua con lo de Musonda, conque critíquese lo que se tenga a bien, pero siempre y cuando se sepa de qué se habla.

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