La fragilidad defensiva, nuevamente el problema

Las facilidades que el Betis da en retaguardia imposibilitan cualquier atisbo de mejoría

05 de marzo 2017 - 02:32

Cuando se fue Petros, el Betis se descosió y un partido más se iba por el desagüe de la Liga sin dejar nada del fruto merecido. Petros no es Busquets, ni siquiera Gabi o Zurutuza, pero es el que más posibilidades tiene de ganar un balón en la lucha por la supremacía del centro del campo. Le pone la intensidad que tanto se echa de menos en algunos de sus compañeros y lo cierto es que la Real lo tuvo muy fácil cuando fue relevado.

La diferencia entre un buen equipo y otro que no lo es reside en que cuando el bueno juega mal también gana y cuando el mediocre juega mejor de lo habitual, eso no le garantiza el triunfo. Barça, Valencia, Sevilla y Real Sociedad son los cuatro últimos encuentros del Betis como local y sólo dos puntos logró cuando hizo méritos para más. Y es que el equipo, desde el entrenador al extremo izquierdo, es lo que es y el triunfo se ve, cada día más, como una entelequia.

La Real siempre se puso por delante en el marcador y lo hizo por la ley del mínimo esfuerzo, ya que la fragilidad defensiva del Betis es el mayor enemigo del equipo para circular por la categoría sin apuros. Víctor quiso acabar con ella mediante tres centrales, pero eso es algo que no garantiza fiabilidad y sí posibilita que el rival gane la zona ancha por superioridad numérica. Y los dos primeros goles de la Real tuvieron su génesis en la falta de presión en el balcón del área.

Demasiados son los puntos que están faltándole a lista al Betis y eso hace que ni la supervivencia esté garantizada ni que aquellos propósitos de quedar arriba del décimo se vean asequibles. En Málaga se rompió su estigma de nulidad visitante, pero sus números de local han bajado alarmantemente desde que el 8 de enero venciese al Leganés. En el desapacible primer viernes de Cuaresma estaba rondando la remontada, pero mostraron el dorsal de Petros y todo se rompió.

stats