Luis Carlos Peris

Ante una indiscutible final anticipada

Desde mi córner

07 de julio 2016 - 01:00

NOS estalla en la cara el último partido de tronío en esta Eurocopa. Es este choque entre Alemania y Francia una indiscutible final anticipada, la colisión de dos trenes de alta velocidad y generoso tonelaje. El anfitrión en el patio de su casa parisina contra ese supercampeón que gana casi siempre, que ya se sabe que el fútbol es un juego de todos contra todos en el que casi siempre gana Alemania. Pues eso, un partido de alto voltaje.

Y en cada cuenta atrás hacia ese lujoso pleito nunca se me cae de la cabeza aquel partido de partidos que libraron ambos en el Sánchez Pizjuán cuando el Mundial del 82 y también en turno de semifinal. A ninguno de los que asistimos a ese colosal partido va a írsenos del arcano nunca jamás. Por la exhibición de fútbol que, a la voz de Platini, dieron Tigana, Giresse y Genghini y por la lección de fuerza y ganas de ganar que dio Alemania, sobre todo cuando apelaron a Rummenigge.

La salida del bávaro trastocó la partida y el claro 3-1 que llevaban los de Michel Hidalgo se contrarrestaba hasta decidir a penaltis para mal de Francia. Una hermosa batalla entre dos estilos, el alemán de toda la vida en el que tienen prohibido sacar bandera blanca y el de una Francia emergente que sería el anticipo de la que dos años después se hizo con la Eurocopa en París. Hoy será en Marsella y a ver quién es el que osa hacer un pronóstico mínimamente fundado.

Al menos un servidor no se atreve a pronosticar. Si acaso, el factor campo y eso de haber ido de menos a más puede jugar a favor de Francia. Pero todo con la boca chica, sin creernos a pies juntillas que las cosas serán tal que así. Y si los de Didier Deschamps fueron en línea ascendente, los germanos sólo levantaron el pie en sus tablas con Polonia. El resto lo remató a su peculiar paso de oca aun sufriendo mucho con Italia. Dicho lo cual, a ver quién niega que sea una final anticipada.

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