Lo que habría llorado el gran Arbide

29 de enero 2023 - 01:49

Obligaciones todas ineludibles me impidieron estar donde sí se hallaba mi corazón, o mi alma, como usted quiera. Se le daba su nombre a un rincón de su querida Triana, con lo que la figura de Joaquín Arbide entra de lleno en esa inmortalidad con posible fecha de caducidad que es el nomenclátor urbano. Joaquín era un trianero adoptivo, pero a carta cabal con esa devoción ocupando un lugar preeminente dentro de su amplio abanico de sevillanías. Y allí estuvieron sus mujeres, a las que tanto quiso desde su corazón preñado de buenas intenciones, sus hijos y sus nietos. Compañía ideal en un acto que él no hubiera resistido sin lágrimas. Amigo desde aquellos tiempos de bares Victoria y Siena, a tiro de piedra de su radio con Salvatierra contemplando atónito los debates entre Joaquín y, por ejemplo, Juan Teba... o Luis Baquero. Enhorabuena, amigo.

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