Juan Manuel Marqués Perales

11 de septiembre

Crónicas levantiscas

11 de septiembre 2016 - 01:00

EL día de hoy es de unas espectaculares efemérides: en 1973, Pinochet y sus milicos golpearon el Gobierno de Salvador Allende; en 1976, los catalanes celebraron su primera Diada tras la muerte de Franco, y en 2001 la caída de las Torres Gemelas anunciaba una nueva guerra mundial. La celebración del 11-S hoy en Cataluña no contará con el fervor popular de otras ediciones, pero anuncia otra transmutación del procés, acelerado por el látigo de la CUP. No es tan sustancial la presencia de Puigdemont en esta marcha independentista como la de Ada Colau, futura líder de un nuevo partido que aún debe definir si se queda en el soberanismo o en el independetismo, que para usted y para mí es casi lo mismo. Lo que denominan el RUI (referéndum unilateral de independencia) se aproxima; se convocará, aunque es posible que no llegue a celebrarse ante la falta de garantías. Mientras esto sucede, la respuesta española al desafío es deprimente, ya hemos averiguado cuál es el concepto que Rajoy tiene de la política y ahora podemos comprender cómo ha llegado todo esto hasta aquí. Se llama indolencia. El PSOE carece del sentido común necesario para liderar un proyecto tan complicado como el federalista. Sólo nos salva que el soberanismo ha convertido a Cataluña en un quilombo donde lo único que les une es la gresca.

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