Lo único bueno de la Copa, los resultados

Sevilla y Betis ofrecieron una imagen que sólo se salvó por haber puesto en franquía sus duelos

03 de noviembre 2018 - 02:31

Aunque reactivado en el recuerdo lo que le ocurrió hace un año al Betis con el Cádiz, no cabe duda de que lo mejor que dejó el debut copero de ambos fue el resultado. Tanto en Villanueva de la Serena como en Santander, lo único positivo que depararon Sevilla y Betis fue haber encarrilado sus respectivas eliminatorias. El resto fue para echarlo en el más hondo baúl, ese donde se archivan las cosas que no merecen la pena.

En el Sevilla culpan del desaguisado no al pésimo rendimiento de los que no vienen jugando, sino al estado del terreno de juego. En el Betis ni se sabe ya qué excusa ponerle a eso de permitir una vez más que el portero rival se vaya a casa sin necesidad de ducharse. Pero no es de recibo que dos equipos que andan a gorrazos por Europa no den la talla ante enemigos dos categorías por debajo, aunque afortunadamente no presente la vuelta demasiadas dificultades a priori.

Se demostró en ambos casos que las respectivas plantillas corren el peligro de quedarse insuficientes para el negro toro que anuncia lo que resta de calendario. En el Sevilla se vio que la diferencia existente entre los que juegan habitualmente y el resto se ha hecho abismal. Y es que pasa muy a menudo en fútbol que la sobredosis de banquillo vaya desenchufando al futbolista hasta convertirlo en una sombra del que era o del que todos creíamos que podía ser.

En el Betis, en un campo que siempre fue de Primera con su tapete de billar como césped, el equipo fue un más de lo mismo, pero sin tiquitaca, que tuvo que quitarse de encima al Racing mayormente a pelotazo limpio. Encarriló el partido muy pronto, pero se dejó venir encima peligrosamente al rival. También hubo gente desenchufada como Inui, Feddal o Boudebouz para mejorar todo con Guardado y Joaquín. Lo dicho, lo mejor del debut copero, ambos resultados.

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