La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Los caídos de la Sevilla de Oseluí
Hablamos de Chipiona, pero lo mismo puede hacerse de Conil, Sanlúcar, El Puerto o Los Caños. El verano segundo de esta pandemia está discurriendo ciertamente apoteósico, si es que la apoteosis se refiere a la cantidad de gente que hay en todos esos sitios. Ni cuando atábamos los perros con longaniza se producían las aglomeraciones que estamos viviendo y que en este septiembre están llegando a lo inenarrable. Fin de semana histórico el que acabamos de vivir y si nos centramos en Chipiona, la que fue, es y será playa de Sevilla, se agotan los calificativos. Misión complicada encontrar un comedero a modo, con listas de espera desbordadas y gente yendo y viniendo camino de no se sabe dónde. Y mascarillas, que si sí que si no, con sus usos bastante relajados, como si a la pandemia le hubiésemos dado ya la media verónica de remate. A ver cómo acaba esto.
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