Cerámica tradicional en la red

La artesanía no tiene porqué estar reñida con las nuevas tecnologías. Aprovechar lo mejor de una y de otras es lo que ha hecho Concha Pallares, la creadora de Cerámica La Manolina de Olivares. Para ella, internet es el mejor escaparate. Su taller de cerámica al cien por cien artesanal tiene un escaparate virtual que llega a todos los rincones del planeta.

Concha Pallares realiza todas las piezas con las técnicas de siempre en su taller, pero el acercamiento al cliente es mucho más tecnológico. La mayoría de las ventas las realiza por internet, a través de su web, www.ceramicalamanolina.es permite que el cliente pueda hacerse una idea muy aproximada de cómo va a quedar el encargo.

Esta mujer emprendedora es ceramista diplomada y su vocación comenzó por un curso de cerámica en su municipio al que acudió por curiosidad, porque no estaba inscrita. "Cuando vi la transformación de lo que hacíamos en el horno empecé a investigar en la cerámica y a profundizar hasta que fui a la Escuela de Artes y Oficios", recuerda Concha Pallares.

La Manolina, su empresa, lleva funcionando desde hace unos doce años, sin contar los que ha estado trabajando por su cuenta. Pero el mayor aumento de negocio vino cuando decidió vender su obra utilizando el comercio electrónico .

"Lo mejor para el negocio ha sido el descubrimiento de internet y la puesta en funcionamiento de la página web. Está diseñada de manera que da muchas opciones y podemos elegir los productos al mismo tiempo que hablamos con el cliente, aunque estemos en puntos distintos", comenta Concha Pallares.

Además de nuevos diseños, La Manolina también restaura piezas antiguas e incluso las reproduce con exactitud. "Las piezas se pintan con óxidos naturales, con la técnica al agua o la de cuerda seca. Hemos hecho restauraciones de azulejos antiguos que estaban completamente destrozados", explica Concha.

El gran escaparate que supone la red de redes ha conseguido que se aumente el nivel de negocio de la pequeña empresa. "Hemos hecho trabajos hasta en Palma de Mallorca y tenemos en proyecto abrir camino para introducir nuestra cerámica en Alemania y los Emiratos Árabes Unidos", explica Pallares.

Actualmente, además de Concha Pallares, trabajan en la empresa dos empleados y dos comerciales. "No son ceramistas diplomados, pero llevan mucho tiempo en esto y son muy buenos", comenta.

Otro de los proyectos de la empersaria es patentar sus diseños propios. "Además de los clásicos, tengo a la venta muchos diseños propios que hay que registrar porque en este mundo hay mucha copia". También han elaborado un diseño a base de pirámides cerámicas para el Centro Denominación de Origen Ribera de Duero, en Burgos.