la puebla del río

La Junta evita la muerte de 17 aves de la laguna de la Dehesa de Abajo

Aves salvadas de la ola de calor en la Dehesa de Abajo / Antonio Pizarro

La delegación territorial de Desarrollo Sostenible en Sevilla ha activado el proceso de desagüe de la laguna de la Reserva Natural Dehesa de Abajo, en La Puebla del Río, conforme al protocolo previsto cuando el nivel del agua desciende a índices "críticos" de oxigenación. Los técnicos han comprobado que en el entorno de 45 a 50 centímetros de profundidad, en episodios de altas temperaturas, aparecen toxinas "peligrosas" para la avifauna que habita en este espacio protegido, por lo que se procede al vaciado de la reserva para que las aves busquen otro humedal. "En esta ocasión, no ha sido viable" un desagüe paulatino y recarga de la laguna, lo que ha hecho "imposible evitar" la muerte de 70 ejemplares.

En casos "críticos" como el reseñado los protocolos de manejo hidrológico en humedales apuntan la posibilidad de llevar a cabo una recarga de la laguna y su desagüe paulatino para favorecer la oxigenación de las aguas, medida que "en esta ocasión, no ha sido finalmente viable" por el incremento del nivel de cianobacterias como consecuencia del aumento acusado de temperaturas en la actual ola de calor que está afectando a la provincia. Esta situación ha afectado a las aves en diverso grado, por lo que ha sido necesario proceder al desagüe de la laguna como "medida paliativa".

Desde la delegación territorial de Desarrollo Sostenible se ha procedido a "movilizar las aves con la máxima premura pero ha sido imposible" evitar el fallecimiento" de alrededor de 70 ejemplares, cuya causa de muerte se está investigando a partir de las correspondientes necropsias. Otras 17 aves acuáticas y los pollos que se encontraban en la Dehesa de Abajo se han trasladado al Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) para su cuidado.

Setenta ejemplares murieron ante la imposibilidad de un desagüe paulatino

La escasez de agua en la Dehesa de Abajo es consecuencia de la suma de las altas temperaturas continuadas y el bajo nivel de precipitaciones, particularmente acusado en el contexto de sequía prolongada actual. Cuando no supera los 50 centímetros de profundidad, se produce un efecto de baja oxigenación en el agua que, junto a las altas temperaturas favorece la proliferación de cianobacterias como, por ejemplo, las Spharospermosis aphanizomenoides, explicó la Junta el pasado jueves en una nota de prensa.

Un hombre camina por la laguna con un par de aves en una mano y una bolsa de plástico en la otra. Un hombre camina por la laguna con un par de aves en una mano y una bolsa de plástico en la otra.

Un hombre camina por la laguna con un par de aves en una mano y una bolsa de plástico en la otra. / Antonio Pizarro

Los técnicos llevan a cabo un seguimiento periódico de la situación en la que se encuentra el agua y los animales que habitan en la Dehesa de Abajo. Cada semana se toman muestras del agua para su análisis y se comprueba el estado de las aves. Además, en estas visitas se controla el posible nacimiento de pollos en la laguna, como ha ocurrido este año. En concreto, el personal del Plan de Aves de la Junta de Andalucía contabilizó a finales del mes de junio al menos cuatro polladas y dos hembras de cerceta pardilla incubando, una especie en peligro crítico de extinción; así como dos polladas de malvasía y 37 nidos de garcilla cangrejera.

La Dehesa de Abajo surge tras la construcción del dique sobre el arroyo Majaberraque para la construcción de la carretera de La Puebla del Rio a Isla Mayor. No se trata, por tanto, de un humedal permanente sino temporal, y se caracteriza por su estiaje tardío. Sin embargo, dada su proximidad al entorno de Doñana y su carácter semipermanente en buena parte del año, esta reserva natural sirve de refugio y cría de numerosas aves acuáticas.

La superficie de la laguna varía según las precipitaciones anuales. Suele ocupar algo más de 71 hectáreas y contar con un perímetro de algo más de 3.800 metros. Generalmente, las lluvias se producen en esta zona en los meses de invierno y primavera, mientras que el periodo estival es muy seco y caluroso. Por esta razón, la laguna sufre con frecuencia un considerable proceso de desecación, con un descenso del nivel del agua a razón de aproximadamente un centímetro diario.

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