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Caso Camas

Pavón y los otros tres acusados son condenados a 14 meses por cohecho

  • La sentencia descarta que el delito fuese provocado y la existencia de una "trama-trampa" urdida por el PSOE. Avala las grabaciones y las acusaciones de los denunciantes pese a sus "desavenencias" con el ex alcalde.

Ni hubo delito provocado ni una "trama-trampa" para arrebatar una alcaldía. Sólo fue un intento de comprar el voto de una concejal. La Audiencia de Sevilla condenó este martes a 14 meses de prisión al ex alcalde de Camas, Agustín Pavón, a los ex ediles Antonio Enrique Fraile y José del Castillo, y al empresario Eusebio Gaviño por un delito de cohecho, por haber intentado sobornar a la concejal Carmen Lobo para que cambiara su voto en determinados plenos municipales. 

La sentencia les impone la misma pena de inhabilitación, 14 meses, y el pago de una multa de 15.000 euros, una petición levemente inferior a la que solicitaron el fiscal Anticorrupción y la acusación que ejerce el PSOE (18 meses de prisión y 24.000 euros) porque el magistrado tuvo en cuenta los siete años que han transcurrido hasta que el caso ha sido enjuiciado, aunque formalmente no se ha apreciado ninguna circunstancia atenuante de dilaciones indebidas. 

El fallo llega después de que el jurado popular declarara culpables por unanimidad a los cuatro acusados, en un veredicto que otorgó credibilidad a las declaraciones de los denunciantes, la ex edil Carmen Lobo y el ex militante de IU Francisco Gordo, "con independencia de las motivaciones personales" que éstos pudieran tener, y también a las grabaciones que realizaron de sus reuniones con los procesados. La sentencia señala a este respecto que los testimonios fueron considerados como creíbles a pesar de las "desavenencias" de los testigos con Agustín Pavón y de que la grabación realizada por Carmen Lobo recogiera "expresiones interpretables como interés en pillar al señor Pavón (alea jacta est, al principio, y Ay Agustín te la voy a meter hasta los gavilanes, al final)", un enfrentamiento que el magistrado Javier González recuerda que fue reconocido por las propias acusaciones y que "no implicaba necesaria o automáticamente su falta de credibilidad". 

Para el juez, existe prueba de cargo suficiente del intento de compra de la voluntad de la concejal, tanto por las declaraciones de los dos denunciantes, como por las grabaciones realizadas por Gordo y Lobo, que "corroboran las versiones de ambos testigos de cargo, quedando avaladas por las pericias", sobre todo por el análisis de voz realizado por los especialistas del Área de Acústica del Departamento de Ingeniería del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil", que estudiaron las voces de los acusados y pusieron de manifiesto la similitud de las voces, salvo en el caso de Antonio Enrique Fraile por "problemas técnicos". 

En opinión del magistrado, el contenido de estas grabaciones "no se entiende si no es desde la perspectiva de la hipótesis acusatoria, esto es, la del acuerdo de los acusados para obtener el voto de la señora Lobo a cambio de contraprestaciones económicas, confirmando así las declaraciones de los dos testigos de cargo principales". 

A ello se suma, precisa la sentencia, la presencia de los ex ediles Del Castillo y Fraile dando vueltas alrededor de la Taberna Medieval, donde el empresario Eusebio Gaviño hizo entrega a Lobo de un "regalo", un sobre con 12.000 euros, y de una nota manuscrita por Fraile en la que se explicaban los puntos del orden del Pleno del 12 de septiembre de 2005. 

La sentencia descarta la versión de las defensas, que habían insistido en que hubo un delito provocado y una trama-trampa para arrebatar la alcaldía a Pavón. "Ningún atisbo hay, ningún principio objetivo de prueba hay de que fueran los repetidos testigos de cargos quienes captaran la voluntad de los acusados entrando de lleno así en el delito provocado. Ni de la existencia simultánea de una trama-trampa organizada por el PSOE, que se pretendió demostrar con la aportación de unas fotografías de esos testigos y la letrada de la señora Lobo con miembros de dicho partido, y que fue tomada en un establecimiento público un año después de los hechos", asevera la resolución, que añade que al haberse celebrado dicha reunión en un bar pone de manifiesto que "no debió ser muy clandestina". 

El magistrado concluye que las pruebas practicadas en el juicio "acreditaron la versión de las acusaciones, hipótesis que por lo demás se revela como mucho más razonable que la de las defensas, que implicaba la movilización del alcalde y del primero y segundo tenientes de alcaldes del Ayuntamiento de Camas para entrevistarse con el señor Gordo en relación con la solicitud de licencia de un gimnasio que Pavón reconoció en el juicio que ni siquiera llegó a tramitarse". Tampoco considera creíble el juez que Gaviño entregara los 12.000 euros a Lobo para que se los hiciera llegar a Gordo, como pago por una colaboración conjunta como corredores de finca, actividad "sin prueba alguna" puesto que Gordo negó haber trabajado con Gaviño. 

La sentencia, siguiendo el veredicto del jurado -que estuvo compuesto íntegramente por nueve mujeres- declaró probado que el alcalde y los ediles se pusieron "de acuerdo" con el presunto intermediario Eusebio Gaviño para obtener el voto favorable de la edil Carmen Lobo "a cambio de contraprestaciones económicas" y todo ello "con la idea de poner fin a la situación de bloqueo del Ayuntamiento y poder aprobar determinados proyectos urbanísticos". 

El ex alcalde de Camas Agustín Pavón anunció este martes que tanto él como los otros acusados recurrirán ante el TSJA esta sentencia, al considerar que la misma se basa en un "veredicto injusto y arbitrario". El ex regidor mostró su "indignación" porque tanto él como los otros condenados aún no han recibido la comunicación de la sentencia ni de su contenido. "Me parece indignante que nos hayamos tenido que enterar de algo que nos afecta tanto por los medios de comunicación, algo que viene a demostrar la indefensión que padecemos los ciudadanos en este tipo de situaciones", aseveró Pavón. 

"Ninguna sentencia ni ningún veredicto va a tumbar nuestra dignidad", añadió Pavón, que afirmó que llevará su "protesta adonde haga falta porque se trata de una sentencia injusta basada en un veredicto injusto y arbitrario". El ex alcalde lamentó que la condena se base en aspectos "que se caían por su propio peso", como a su juicio fueron las declaraciones de los denunciantes y sus grabaciones.

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