La Ruta del Agua, desde Camas hasta Gerena, ofrece a los mototuristas unas vistas privilegiadas a las cercanías de los embalses de El Gergal y Cala, así como al contraembalse de Guillena, los principales surtidores de energía y agua potable de la capital.

Este trayecto de una hora y media aproximadamente esconde auténticos tesoros naturales que van desde estaciones de ferrocarril, embalses, aldeas, cortijos y lagos. En su recorrido de 64 kilómetros, la flora y la fauna autóctona irán emergiendo por los diferentes puntos de interés turístico; paisajes de gran belleza con una gran variedad de especies, sonidos, colores y aromas.

Vistas desde el cerro El Carambolo.

Camas

El punto de partida se sitúa en el municipio de Camas, una ciudad dormitorio del área metropolitana de Sevilla. 

En la Cornisa del Aljarafe, a la que se llega subiendo por el camino de Guía, se encuentra El Carambolo, un cerro que atesora importantes yacimientos de la época de los Tartessos y desde el que parte la Ruta del Agua.

También por esta zona se haya Coca de la Piñera, barrio en la antigua carretera de Huelva, así como la cuesta del Caracol, una antigua carretera que circula en forma espiral adornada por casas unifamiliares.

Santiponce

Se trata del municipio sevillano con mayor riqueza monumental por metro cuadrado, y es que, además de la imponente y famosísima Itálica, Santiponce guarda con recelo el Monasterio de San Isidoro del Campo.

De carácter fortificado y estilo gótico mudéjar, este edificio histórico data del siglo XIV. Fue fundado por Alonso Pérez de Guzmán el Bueno en el lugar que, según parece, estuvo enterrado San Isidoro hasta que sus restos fueran trasladados a León.

El Monasterio de San Isidoro del Campo, en Santiponce, desde fuera.

Es uno de los monumentos más importantes de España, y un referente en cuanto al arte gótico mudéjar de los siglos XV y XVI. Destacan, además, sus pinturas y cerámicas, obras del consagrado maestro de la escultura barroca Martínez Montañés.

Desde el punto de vista religioso, tiene una gran importancia para las devociones a San Isidoro de Sevilla y San Jerónimo.

Gerena

Esta zona ha estado poblada desde la Edad del Bronce hasta nuestra actualidad, de hecho se ha descubierto una necrópolis de esta época prehistórica en las minas de las Cruces. Además, al encontrarse en pleno paso de la vía de la Plata, también hay constancia de un asentamiento romano del que se conservan restos de las murallas.

Además de su antiquísima historia, este pueblo de características andaluzas, con calles estrechas y casa encaladas, posee en la plaza de la Constitución el bonito edificio del Ayuntamiento, construido en 1926.

También destacan, por su tradición religiosa, la Iglesia de San Benito, sede de la Hermandad de la Vera Cruz, y la Iglesia de la Inmaculada Concepción, el que, probablemente, suponga el principal monumento de la localidad. Ubicada sobre un cerro que domina la villa, este templo de estilo mudéjar fue mandado a construir en el siglo XIV, y en la actualidad se mantiene en inmejorables condiciones.

Guillena

Por este pueblo sevillano pasa la Ruta del Agua a su paso hasta llegar al embalse de la Minilla, pasando por las Riveras de Huelva y Cala. 

Para seguir la ruta hay que pasar por el pueblo de Guillena y llegar al pantano de nombre homónimo. Aquí, en el pantano, hay una bonita venta. Si lo dejamos atrás, hacia el noreste, se puede alcanzar el embalse de Castilblanco de los Arroyos.

Embalse la Minilla, en El Ronquillo.

El Ronquillo

En este punto finaliza la ruta, justo en el embalse de la Minilla. Allí se encuentra la antigua vía del tren que unía las minas de Cala con San Juan de Aznalfarache, hoy convertida en la Vía Verde del Ronquillo. Este trayecto discurre a lo largo de 6 kilómetros y medio, y el recorrido desemboca en una antigua estación de ferrocarril rehabilitada, muy cercana a la presa.