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Los embalses recogen el mayor volumen de agua desde 1963

  • El año hidrológico cierra con el sistema general de abastecimiento al 90% · En un solo día se recogió más agua que la que almacena El Gergal · Los pantanos aliviaron casi 300 hectómetros cúbicos

Los mejores datos de los últimos 47 años. El curso hidrológico que acabó el pasado 30 de septiembre deja a Sevilla con los embalses que gestiona la empresa metropolitana de abastecimiento de aguas (Emasesa) al 90% de su capacidad después de haberse recogido el mayor volumen de agua desde 1963. Las continuas precipitaciones del pasado invierno han propiciado que haya agua garantizada para más de tres años tanto para el consumo humano como para regadíos. El resultado ha sido tan positivo que los embalses tendrán que aliviar agua en cuanto se produzcan las primeras lluvias.

Hay que echar la vista muy atrás para encontrar un año donde se consiguieran marcas similares al que ha finalizado recientemente. En los doce meses comprendidos entre el 1 de octubre de 2009 y el 30 de septiembre de 2010 se han recogido 691,8 hectómetros cúbicos de agua en el sistema general de abastecimiento de Emasesa, formado por los embalses de la cuenca del Rivera de Huelva: Aracena, Zufre, La Minilla y El Gergal (sólo los dos últimos son propiedad de la empresa metropolitana). Si a esta reserva se añade la obtenida en la Cuenca del Cala, cuyo embalse gestiona Sevillana Endesa para la generación de electricidad, el agua recogida roza los 950 hectómetros cúbicos.

En la trayectoria histórica facilitada por Emasesa, que parte de 1942, sólo el año hidrológico 1962/63 supera estas marcas. En aquella ocasión el sistema general recogió casi 800 hectómetros cúbicos (sin contar Cala), cifra que no se ha vuelto a alcanzar en 47 años. En fechas más recientes, en el curso hidrológico 1995/96 también se rebasó el volumen de los 600 hectómetros cúbicos. En la última década la mayor reserva de agua se obtuvo tras las lluvias registradas en 2002/03, con 350 hectómetros cúbicos, 342 menos que el ejercicio que acaba de finalizar.

Se trata, por tanto, en palabras de Ignacio Ruiz, responsable del centro principal de control de Emasesa, de un "año histórico" por el agua recogida, lo que ha permitido que el nuevo curso comenzara con los embalses al 89,7% de su capacidad, porcentaje bastante superior al registrado el 18 de diciembre del año pasado, cuando comenzaron las precipitaciones. Aquel día la reserva de agua suponía el 51,3% de la capacidad del sistema general de abastecimiento, sin contar el embalse de Cala. La de este año es, también, una de las reservas más importantes desde 1990, que roza la capacidad máxima de los cuatro embalses, fijada en 394,87 hectómetros cúbicos. Los mejores registros se han logrado en la última década, en concreto, en 2004, cuando se superó la capacidad de embalse con la aportación de Cala, establecido en 453,67 hectómetros cúbicos. El peor dato en los últimos diez años se registró a principios del curso hidrológico 2006/07 y en otoño de 2009, cuando el agua almacenada sólo superaba los 200 hectómetros cúbicos. Cifra, no obstante, que está muy lejos de las alcanzadas en el trienio entre 1993 y 1996, cuando se entró en niveles de reservas estratégicas, por debajo de los 75 hectómetros cúbicos en todo el sistema, lo que obligó a las autoridades a establecer restricciones de agua ante la situación de sequía.

El hecho de que al cierre del último ejercicio se roce casi el 100% de la capacidad de reserva obligará a Emasesa a tener que desembalsar agua en el momento en el que se registren las primeras precipitaciones, anunciadas para este fin de semana. Ésta es, junto al abastecimiento de agua, la principal función que tienen los pantanos: regular el caudal de los ríos para evitar que el desbordamiento de sus cauces afecte a los habitantes de poblaciones cercanas y a la actividad agraria y ganadera que se desarrolla en sus cuencas.

Este desembalse ha sido una constante en los últimos 12 meses, ya que el agua recogida superó en un 80% a la capacidad de embalse. En total, los pantanos de la cuenca del Rivera de Huelva han aliviado 297 hectómetros cúbicos en el periodo comprendido entre el 28 de diciembre de 2009 (10 días después de que empezaran las precipitaciones) y el 25 de marzo de 2010. Posteriormente, en abril, de nuevo hubo que desembalsar agua tras recibir los pantanos las aportaciones de las lluvias primaverales. En este apartado no se contabiliza el agua desembalsada por el pantano de Melonares, a falta aún de que se construyan sus conducciones para entrar en funcionamiento, lo que aseguraría agua para casi cinco años. La regularización del caudal también obligó a desembalsar agua de la depuradora (33 hectómetros cúbicos) y los tanques de tormenta con los que cuenta la red de drenaje en la Alameda de Hércules y Dos Hermanas, cuyo correcto funcionamiento ha impedido su saturación. Los días en los que alcanzaron ambos los máximos niveles de llenado fue el pasado 21 de diciembre.

El nivel de precipitaciones ha sido tan importante que entre los datos históricos del último año también se encuentran los 47 hectómetros cúbicos de agua aportada al sistema de embalses en un sólo día, el 15 de febrero. Es decir, que en 24 horas se superó la capacidad de almacenamiento que tiene el más pequeño de los pantanos, El Gergal, fijada en 34 hectómetros cúbicos. Se trata del tercer máximo conseguido en los últimos quince años. En este sentido, entre 1997 y 1998 se aportó en una única jornada 49,7 hectómetros cúbicos. Un lustro más tarde volvería a lograrse una marca similar cuando en el año hidrológico 2003/04 el volumen de aportación en un día fue de 48,1 hectómetros cúbicos. El reciente ejercicio es, por tanto, el tercero en conseguir este récord.

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