Real Betis

Un balón a un hombre pegado

  • Quique Setién es el forjador de un equipo que suma el tercer mejor registro de las últimas 30 campañas y que se fundamenta en la práctica de un fútbol "sin prisas"

Érase un hombre a un balón pegado, citando a aquél. Érase un balón superlativo que se ha convertido en la razón de ser de un Betis que, rebasada la jornada 34 y con 56 puntos en su haber, se revela como el mejor Betis de los últimos 30 años tras los armados por Lorenzo Serra Ferrer en las campañas 95-96 (57 puntos a estas alturas) y 96-97 (68 puntos).

Llegados a este punto, el equipo entrenado por Quique Setién, el referido hombre del balón, presenta hechuras de un bloque forjado que el bético no había disfrutado en lustros. La cita de mañana contra el Málaga, además, ofrece un elocuente dato. Hace justo una vuelta, el Betis llegaba a La Rosaleda tras siete partidos sin ganar. Aquel triunfo en Málaga (0-2) supuso un punto de inflexión que ha derivado en que el equipo verdiblanco se cite con los malaguistas tras siete choques sin perder. Lo que cambia el fútbol en solamente media temporada.

El extraordinario estado del Betis, sobrepasada la jornada 34, tiene una responsabilidad compartida. Este texto tratará de analizar la labor realizada por el director de la orquesta, Quique Setién, de quien pidieron la cabeza después de la dolorosa derrota con el Cádiz, pero en cuya cabeza sólo cabe un objeto, el balón.

estilo

El técnico cántabro ha logrado inculcar a sus futbolistas una idea de juego consistente en que el camino más corto entre dos puntos no es siempre la línea recta. Setién, cuando habla de sus influencias, no deja de citar a Johan Cruyff, al célebre dream team al que se enfrentó con la camiseta racinguista en sus últimos años como jugador y al que llegó a golear por 5-0 con los Munitis, Radchenko, Villabona o Popov de la temporada 94-95.

"Al fútbol se juega sin prisas", ha afirmado el entrenador para intentar explicar su modelo, una copia certificada del que desarrolló Cruyff en el Barcelona de la década de 1990. Así lo ha admitido Setién varias veces: "Yo nunca he creado ni inventado nada. Todo lo he copiado", advirtió el pasado otoño en la presentación del curso de entrenadores organizado por la Federación Andaluza.

Aquel Barça fue un proyecto a largo plazo como el que pretende erigir en Heliópolis el cántabro, a quien lo maravilló que no había modo de robarle el balón: "Y ves que estabas 80 minutos corriendo detrás de él gracias a la colocación de los futbolistas en el campo". La situación de los peones como clave es la traslación de una partida de ajedrez al césped.

ataque

Naturalmente, cuando Setién diserta sobre fútbol lo hace en virtud a un ideal, algo a menudo en contradicción con la realidad. Tales dudas son asumidas por un Setién que no cesa de referirse a lo mudable del fútbol y a lo inconstante de los resultados. Su ideal consiste, como ha afirmado, en fundamentarlo todo en "el mantenimiento de la posesión y en progresar en el juego aumentando el número de jugadores por delante de la pelota para dar constantes opciones de pase".

La posesión, defiende Setién, no es un amaneramiento sino el antídoto contra equipos que se cierran. Frente a espacios reducidos, la pelota ha de acarrearse de un lugar a otro, de una banda a la contraria, con el objetivo de encontrar el hueco. "Si pudiera llegar a la portería más rápido, lo haría".

De la letra a la práctica: el Betis es el tercer equipo con más posesión de la Liga (55,7 % de promedio) después del Barcelona y el Madrid, según figura en el portal especializado whoscored.com. En cuanto a los resultados derivados de este modo de atacar, el Betis de Setién es el segundo que más partidos ha ganado (17) en los 30 años anteriores -sólo lo supera el equipo de Serra Ferrer de la 96-97 (19 victorias)- y el tercero con más goles a favor, superado por las escuadras de la 04-05 (55 goles) y de la 96-97 (73 goles), ambas dirigidas por el de Sa Pobla.

defensa

Un equipo que vive del balón ha de intentar no rifarlo: es el adagio cruyffista de defender con la posesión. El trabajo defensivo de Setién se basa en un rigor táctico que se ha pronunciado en las últimas fechas. El aterrizaje de Marc Bartra, el replanteamiento de un sistema con más teóricos defensas y una cierta redefinición revela que Setién tiene un margen para la flexibilidad, pese a que sea tachado de testarudo.

Este giro del juego queda reflejado por el hito de las seis jornadas encadenadas sin recibir un gol. La ausencia de Bartra, una de las posibles claves, así como la titularidad del tercer portero marcarán contra el Málaga hasta qué punto este bloque anda ya sin depender de las individualidades.

ánimo

El compromiso de la plantilla con Setién es otra de las llaves de su trayectoria. Ni siquiera el bache de aquellas siete jornadas sin ganar antes de visitar La Rosaleda en la primera vuelta provocó que los jugadores señalaran con el pulgar hacia abajo. Creían en él. La credibilidad de un técnico se gana a diario. El entrenador ha declarado que quizá tenga algo que ver su pasado como profesional. O con la fe en su estilo: "Cuando eres un convencido puedes convencer a los demás", ha afirmado. Pero tal vez haya más: "Con el balón los haces mejores. Ven rápidamente que incorporan cosas que los mejoran"... Y la fe que dan los triunfos.

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