La derrota del Betis en La Cerámica supuso un baño de realidad para los verdiblancos. La buena dinámica en la Liga y el caminar con paso firme en Europa invitaban al optimismo en el conjunto de Heliópolis de cara a la visita al feudo de uno de los equipos más en forma del campeonato, el Villarreal.

Un buen termómetro para ver si el equipo bético daba ese zarpazo con el que meterse de lleno en la zona de privilegio de la clasificación, dar un paso más con respecto al curso pasado, pero de momento eso tendrá que esperar tras un revés con imagen nada halagüeña de un Betis que debe recibir el parón de forma positiva para hacer autocrítica, recuperar las buenas sensaciones, seguir trabajando y mejorar en pos de una reacción ante el Alavés. Y es que pese al varapalo en La Cerámica, tanto Manuel Pellegrini como sus pupilos tienen crédito y se han ganado un voto de confianza por la trayectoria que vienen teniendo desde la pasada temporada.

Carencias

Si algo le faltó al Betis en Villarreal fue la intensidad en el juego que venía demostrando últimamente. Tuvo el Villarreal más la pelota y siempre ofreció mejores sensaciones, teniendo las ocasiones más claras. Cierto es que la primera parte invitaba al cero a cero, pero de nuevo, y algo que viene repitiéndose demasiado esta temporada en los verdiblancos, una desconexión atrás, en este caso en el costado de Bellerín, acabó en el primer gol de Danjuma. Otra vez, una nueva pérdida en zona prohibida que le costaba caro a un Betis que sufrió por el costado del ex del Arsenal, dentro de una defensa donde se sigue notando la falta de jerarquía.

No tuvo Pezzella su mejor actuación y hasta el momento, de todos los centrales de la plantilla, el que mejor está rindiendo es Édgar. El crecimiento del joven futbolista es una muy buena noticia para el Betis, pero para que los verdiblancos den un paso adelante en cuanto a crecimiento, más allá del funcionamiento colectivo a nivel defensivo, es fundamental un salto cualitativo en aptitud, calidad, y ahí el trabajo de la planificación, en el eje de la zaga, genera dudas. Y en los números se refleja: en estos siete partidos entre parón y parón sólo una vez dejó el Betis su portería a cero (2-0 ante el Getafe).

Édgar está siendo el central más destacado en el eje de una defensa donde se echa en falta más jerarquía

También la circulación rápida de la pelota hizo mella en el Betis en el centro del campo, siendo William Carvalho y Guido superados por un gran Capoue y un Parejo brillante en la elaboración del juego, además de que el dibujo táctico de Emery en la medular, con Trigueros y después Moi Gómez, hizo mucho daño a los verdiblancos. Concretamente a la espalda de los dos pivotes y de la pareja de centrales, de ahí la cantidad de balones jugados a la espalda de la defensa, con Danjuma siendo un puñal constante apoyado también por la movilidad de Yéremi Pino.

Canales dialoga con Joel, en presencia de Montoya y Bellerín, durante un entrenamiento.

Además, arriba tampoco estuvo fino el Betis. Fekir apareció pero con muy pocos apoyos a su alrededor, pues ni Juanmi ni Ruibal ni Willian José tuvieron su mejor tarde. Esta vez, ni los cambios surtieron efecto, pues siempre estuvo más cerca el tercero del Villarreal que el hecho de que los verdiblancos acortaran distancias.

Crédito

Analizada la derrota en Villarreal, en un contexto más general, la confianza en Manuel Pellegrini y sus pupilos debe permanecer intacta. La fuerza del grupo y la convicción en la idea del chileno llevaron al Betis a la clasificación europea la pasada temporada y en ésta, la ilusión en la Liga Europa sigue siendo máxima, y en la Liga, pese a la derrota en Villarreal, les toca levantarse a la vuelta del parón en Vitoria, algo que ya el Betis hizo tras el primer descanso del curso. Fue con aquel triunfo en Granada (1-2), llegando luego la victoria ante el Celtic (4-3), el empate ante el Espanyol (2-2), los triunfos ante Osasuna (1-3), Getafe (2-0) y Ferencvaros (1-3), y el frenazo de ayer ante los amarillos. La duda que queda es ver si el Betis, tras la oportunidad fallida en La Cerámica, es capaz de dar ese salto hacia delante en la clasificación para meterse arriba en una liga tan igualada o no será capaz.

El Betis ya volvió del primer parón ganando en Granada para comenzar una racha positiva truncada en Villarreal

De momento, en la primera oportunidad el Betis ha fallado, pero queda mucho y los resultados serán los que manden. Por ellos, la confianza en la figura de Pellegrini, lo más fiable y lo más élite que existe en el Betis actual, debe ser total por lo demostrado hasta ahora, sacando un rendimiento máximo a un grupo de jugadores que creen en él y que merecen también en el plano colectivo un voto de confianza, más allá de las decisiones tomadas por la dirección deportiva con las carencias en la planificación.

La vuelta de Canales

El Betis tiene como nombre propio en lo que va ya de temporada a Nabil Fekir. El rendimiento del galo está siendo de un nivel muy alto, sobre todo porque ahora así está demostrando tener más regularidad. Pero los verdiblancos necesitan que su jugador más importante vuelva pronto y con su mejor versión: Sergio Canales.

La ausencia del cántabro se nota en los verdiblancos, ya que con éste en el campo las opciones de obtener un mejor resultado crecen. La magia del 10 del Betis la necesitan los de Heliópolis a pleno rendimiento, como se vio por ejemplo con aquel gran gol en Granada para lograr la victoria por 1-2. Fue el primer partido a la vuelta del primer parón, ahora ante el Alavés, el santanderino podría reaparecer y de hacerlo con su mejor versión las posibilidades del Betis de dar un paso adelante en la Liga y alimentar la ilusión en Europa crecerían. De hecho, ya se vio el pasado curso cuando Canales reapareció en casa del Levante tras una lesión, ofreciendo un nivel altísimo desde entonces para que los verdiblancos lograran finalmente meterse en Europa.

El conjunto de Heliópolis ha demostrado que es capaz de levantarse después de un varapalo

Así, por todo ello, y pese al mazazo de realidad ante el Villarreal, el Betis de Pellegrini tiene mucho camino por delante por recorrer para seguir alimentando la llama de la ilusión en una hinchada entregada al Ingeniero. Y eso pasa, en primer lugar, por ganar en Mendizorroza, una plaza donde el curso pasado empezó a cambiar el signo del Betis con aquel triunfo in extremis con gol de Tello.