Copa de Campeones juvenil

El Real Betis cae ante el Atlético de Madrid (0-1) en la final de la Copa de Campeones

Omar Janneh junto a los béticos Álex Vergaz y Josan en una acción dentro del área verdiblanca.

Omar Janneh junto a los béticos Álex Vergaz y Josan en una acción dentro del área verdiblanca. / RFEF

El juvenil A del Real Betis tropezó por segunda vez en la final de un torneo tan singular y prestigioso como la Copa de Campeones de División de Honor juvenil (0-1). Los jóvenes verdiblancos se habían colado por segundo año consecutivo en la final como el único de los ocho equipos participantes que no había conseguido ser líder de su grupo, pero el destino final de los juveniles del club heliopolitano volvió a repetirse como el año pasado: derrocados en la final por un club capitalino. El campeón en esta edición fue el Atlético de Madrid de Fernando Torres, quien se despide del juvenil atlético con un doblete antes de hacerse cargo del banquillo del Atlético de Madrid B en Primera Federación.

El equipo de Dani Fragoso contaba con mucha presencia de jugadores de primer año, dadas las muchas ausencias, hasta 10 -la mayoría internacionales- si se tiene en cuenta los jugadores con ficha de juvenil que por diferentes circunstancias no han participado en toda la fase final del torneo. El técnico verdiblanco introdujo dos cambios en su once con respecto al duelo de semifinales: Marcos Solís era el elegido para sustituir en defensa al sancionado Agustín Moreno, mientras que Álvaro Gómez, autor de un doblete en la prórroga en las semifinales contra el Sevilla (1-3), ocupaba el lugar de Morante en el frente de la delantera bética.

El Atlético de Madrid, del que había que estar atento de varios jugadores como Omar Janneh, David Muñoz o Rayane Belaid, repetía el once de semifinales en el que se deshicieron del Mallorca (1-2), campeón de la Copa del Rey juvenil. Mérito que se añade al de superar en el torneo de la regularidad al Real Madrid en el Grupo V, quien era el vigente campeón de esta Copa de Campeones. 

Es inevitable que Pablo García no sea el más activo

Los líderes madrileños fueron un peligro constante en los primeros minutos, obligando a Josan a estar muy activo desde el silbato inicial. Por fortuna bética, el primer gol del partido sería anulado por fuera de juego en el minuto 3. A raíz del susto, por el costado derecho y de las rojiblancas botas de Pablo García, el club heliopolitano fue creciendo en el partido. A partir del ecuador de la primera mitad, el Betis puso el turbo y contó con varias ocasiones dentro del área colchonera. 

Llegada la media hora de juego, era el equipo dirigido por El Niño Torres quien volvería a alarmar a los sevillanos. Julio Díaz obligaba a Josan a sacar un gran pie y después en el rechace, Omar Janneh mandaba el balón al travesaño. Esta vez se salvó el Betis.

Aunque no pudo hacerlo un minuto antes del descanso, lo que hubiera dado una capa distinta de pintura a la segunda mitad. Rayane Belid (44’) recortó hacia su derecha dentro del área y tuvo la lucidez de cruzar el balón entre varios chavales de verde y blanco. La pelota tocó la red e instantes después la primera mitad moría.

Inicio de la segunda mitad con sensaciones adversas

Fragoso adelantó la línea de los suyos, concediendo más espacio en campo propio al Atlético, que desde el inicio de la segunda mitad dispuso de ocasiones para sumar el segundo. Primero con un disparo desde fuera del área de Darío (47’) y después en un mano a mano de Janneh (51’). 

La final, como en las mejores fiestas, se iba descomponiendo en diferentes tramos. El club madrileño que soñaba con su tercer título -el último en 2018- angustiaba gracias a su ventaja a la entidad verdiblanca, que empezaba a convertirse en un manojo de nervios al ver que su rival exigía dormir a la fuerza el ritmo del encuentro a pesar de las intenciones opuestas de Ismael Barea, el más destacado del lado bético en la segunda mitad.

En los últimos cinco minutos, el banquillo verdiblanco ejecutaba su último movimiento de manera arriesgada para tratar de forzar la prórroga , el medio centro ofensivo Adrián Martín en detrimento de Jan Encuentra saltaba al césped de Nerja con la intención de estirar la final más allá del tiempo reglamentario. El partido, la final y el campeonato concluyó minutos después, y el Real Betis se quedó muy cerca de añadir a sus vitrinas un título que se le vuelve a privar al final del sendero como sucediera el curso pasado.

Pese al resultado negativo, el Betis se despidió con honores y será partícipe por primera vez en su historia de la UEFA Youth League, máxima competición continental a nivel de clubes en edad juvenil. Un premio que permitirá a la cantera verdiblanca pasear las treces barras junto a los grandes clubes del panorama europeo. 

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