Betis - Girona | El valor de ganar en un mal día

Informe técnico

El Betis no se sintió cómodo ante un Girona tuvo más el balón

Los de Míchel percutieron por la espalda de Guido y William, y por las alas

En un partido gris, Borja Iglesias salió al rescate

Guirdo Rodríguez y Luiz Henrique, con Miguel Gutiérrez al fondo, en un momento del encuentro de ayer en el Benito Villamarín.
Guirdo Rodríguez y Luiz Henrique, con Miguel Gutiérrez al fondo, en un momento del encuentro de ayer en el Benito Villamarín. / Juan Carlos Muñoz
Juan Pinto

19 de septiembre 2022 - 06:00

Sevilla/El Betis está tan metido en una inercia ganadora que hasta en días malos, como el de ayer, es capaz de ganar. El Girona fue mejor en la hierba en la primera parte y en buena parte de la segunda. Pero en el minuto 70 todo cambió, cuando un error grave de Samu Saiz lo aprovechó Borja Iglesias para hacer el segundo en su cuenta particular, que serviría a la postre para darle los tres puntos a su equipo. Un conjunto verdiblanco que volvió a demostrar, una vez más, que, como su rival lo deje con vida o le dé algún regalo, a la mínima le puede asestar en un golpe letal, como le pasó al equipo de Míchel en esa acción del 2-1.

Defensa

El Betis saltó bien al campo. Intenso y con fuerza en la presión alta en ese 4-4-2 habitual que tanto alterna con el 4-2-3-1. Sin embargo, el Girona, con un claro 5-3-2 y con una idea de juego definida, empezó a tener la pelota y a desactivar a los verdiblancos. Riquelme y Reinier caían a la espalda de William Carvalho y Guido, y ahí los gerundenses encontraron la forma de hacer daño a la zaga bética, gracias también a las subidas de un formidable Miguel Gutiérrez –percutió siempre ante Montoya y Ruibal apenas pudo frenarlo– y de Arnau. Y como prueba de ello, un 0-1 que llegó en una acción del lateral zurdo formado en el Real Madrid –tras apertura de Riquelme– que culminó el lateral derecho (Arnau). Jugada de equipo bien trabajado por Míchel. Y todo, sin obviar los problemas que Taty Castellanos le generó a la zaga bética, sobre todo a Pezzella. Y es que los centrales del cuadro verdiblanco no tuvieron tampoco muchas ayudas del doble pivote, que siempre tuvo superioridad (tres hombres) del Girona en esa zona, de ahí la comodidad en el juego de Oriol Romeu y Aleix García.

Ataque

El Betis, en fase ofensiva, no estuvo nada fino. Sobre todo, porque fue el Girona fue el que tuvo más la pelota, con posesiones largas buscando siempre la portería rival. Por este motivo no aparecieron ni William Carvalho –sólo con el 2-1 al jugar más liberado por la entrada de Paul– ni Canales, que tuvo un mal día, en la creación. Requería, entonces, el partido, sobre todo en la primera parte, atacar los espacios y sólo Álex Moreno lo entendió, mientras que en la derecha Luiz Henrique siempre la pedía al pie y los verdiblancos no tenían por ahí capacidad de sorpresa. Sin embargo, el Betis logró empatar de penalti por medio de Borja Iglesias, su gran arma en ataque. Otro penalti para dentro y, posteriormente, definición perfecta ante Juan Carlos, en el 2-1, para aprovechar el regalo de Samu Saiz. El Panda, sin duda, fue la mejor noticia ayer en el ataque bético, que sufrió modificaciones con la entrada de Willian José, cayendo a la izquierda, y Rodri, protagonista en el empate, pasando a la derecha, con Carvalho en el sitio de Canales al entrar Paul para jugar con Guido. Así, buscó el Betis sentenciar a la contra sentenciar, pero no lo logró pese a una clara ocasión para Willian José.

Virtudes

Capacidad para sacar un partido adelante en un mal día.

Talón de Aquiles

Como en algunos partidos del curso pasado, sufre el Betis cuando el rival apuesta por un 5-3-2.

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