Betis - Atlético de Madrid | La crónica

El Betis añora a sus tres ausentes (1-2)

Fekir dispara de manera perfecta para anotar el 1-2 de falta directa.

Fekir dispara de manera perfecta para anotar el 1-2 de falta directa. / Antonio Pizarro

Primera derrota del Real Betis Balompié 2022-23 al calor de los suyos. Los verdiblancos no han podido prolongar la racha de triunfos hasta el sexto frente a un Atlético de Madrid que aprovechó dos de las tres opciones que tuvo para llevarse tres puntos que a punto estuvo de rescatar Álex Moreno, al menos uno de ellos, con un cabezazo al travesaño cuando arrancaba el tiempo de prolongación. Tal vez hubiera sido lo más justo a la vista de la trascendencia que tuvo la ausencia de los tres tenores, Fekir, Canales y Juanmi, en el once que pudo presentar Manuel Pellegrini.

Se anunciaba una fiesta grande en el Benito Villamarín y no era para menos. El Betis sólo sabía darle alegrías a sus fieles desde que arrancara el curso y ésa era la mejor manera de prolongar un estado de felicidad más que justificado. Pero existían algunos nubarrones negros y no sólo por lo que se oteaba en el cielo, también se repasaba la hojilla de las alineaciones y entre los once elegidos no estaban ni Canales ni Juanmi, algo que ya se sabía durante la semana, ni tampoco Fekir, al que Pellegrini no consideraba en las condiciones físicas necesarias para darle los 98 minutos que acabaron jugándose.

Y bien que se iba a notar en el funcionamiento global de los verdiblancos. El sabio chileno proclama, con razón porque es la mejor manera de motivar a los suyos, que no cuenta con una unidad A y una unidad B en la plantilla, que no existen ni titulares ni suplentes. Hasta cierto punto puede tener razón a la hora de ejecutar el plan sicológico, pero es igual de evidente que no es lo mismo salir con una línea por detrás de Borja Iglesias integrada por Canales, Fekir y Juanmi que hacerlo, con el mayor de los respetos por supuesto, con otra compuesta por Luiz Henrique, William Carvalho y Rodri.

Por mucho que los tres últimos sean buenos futbolistas, que lo son, no están en el nivel de las estrellas en el que se mueven en estos momentos los tres titulares que no pudieron estar en una cita tan exigente como lo es siempre la defensa del Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone. Pellegrini había adelantado al portugués para que se moviera por el medio mucho más adelantado y de paso daba más seguridad atrás con Guardado. Pero, claro, eso es la eterna teoría de la manta, que si te cubre hasta la cabeza, te destapa los pies. Eso le sucedió al Betis durante la primera mitad, que toda la seguridad que tuvo atrás se convertía en escasez de creatividad a la hora de atacar. Sobre todo porque William Carvalho es mucho más peligroso cuando ve el fútbol de cara a su ritmito que cuando tiene que recibir la pelota de espaldas, básicamente porque salen varias piernas rivales para impedir que se dé la vuelta.

Griezmann marca el 0-2 con un disparo con su pierna derecha. Griezmann marca el 0-2 con un disparo con su pierna derecha.

Griezmann marca el 0-2 con un disparo con su pierna derecha. / Antonio Pizarro

Los verdiblancos no iban a tener apenas aproximaciones hasta Oblak en todo el primer periodo, aunque en honor de la verdad también hay que apuntar rápido que tampoco Rui Silva pasó más apuros que el provocado por un mal despeje suyo que le cayó en los pies a Griezmann al filo del intermedio (49’). En el bando heliopolitano lo más destacado fue una falta directa de Guardado a las manos de Oblak (47’). No tuvo nada que ver con el disparo de Fekir más o menos en una posición casi idéntica cuando ya estaba el francés sobre el césped, pero eso pertenece a otro capítulo del análisis.

Después de ese primer periodo tan tedioso, en el que lo más destacable fue la temprana lesión de Luiz Felipe y también un susto procedente de la grada por el desmayo de un aficionado, iba a arrancar la segunda mitad con toda la mecha encendida. ¿Por qué? Fácil, en el minuto 48, una falta a favor del Atlético se convirtió en una de las tradicionales contras del Betis a velocidad de vértigo. Reinildo falló en el despeje, Rodri conectó con Borja Iglesias y éste no estuvo tan acertado como otras veces, pero el balón le cayó a Luiz Henrique para que anotara un verdadero golazo.

Fuera de juego clave

El VAR entró a analizar el pase de Rodri a Borja Iglesias y el gallego estaba más adelantado que el último defensa, fuera de juego y había que esperar a más adelante para tratar de decantar el litigio, pero la velocidad ya había cambiado de marcha. Para ambos, cierto, y en una fase de acoso del Atlético, con un par de córners y alguna aproximación hasta la portería local llegó una acción manifiestamente evitable por lo inusual. Griezmann cerró un saque de esquina desde la banda derecha atlética, Saúl Ñíguez fue a tocar la pelota, pero no lo hizo y Rui Silva se tragó el engaño. El balón entró al no poder evitarlo Sabaly.

Paso atrás para el Betis en una cita tan igualada, conceder un gol de córner directo. El Atlético ya trataría de dormir todo el juego, como es habitual en los equipos de Simeone, pero las mejores opciones iban eran suyas, sobre todo en un remate que salvó Víctor Ruiz de Correa. Sin embargo, Reinildo iba a evitar un posible uno contra uno de Álex Moreno frente a Oblak justo antes del segundo tanto. Una combinación por la izquierda dejó a Griezmann ante Rui Silva y el flojo remate con la derecha del francés debió incluso engañar al guardameta bético.

Cero a dos, demasiado castigo cuando Pellegrini apeló a la magia de Fekir y de Joaquín, que no se olvide al portuense. El Betis empezó la búsqueda del imposible y estuvo muy cerca de materializarlo, lo que demuestra la trascendencia de quienes no estaban en el once inicial. Primero, un tiro mordido de Borja Iglesias (79’); después un mal remate en el segundo palo de Juan Cruz (82’) y el 1-2 llegaba en una espectacular falta directa colocada por Fekir en un sitio increíble con el interior y con una fuerza brutal.

El Betis tenía diez minutos, con el añadido, para buscar la heroica y no la celebró por centímetros, ya que Álex Moreno (91’) conectó un testarazo en un centro perfecto de Aitor Ruibal que se fue al travesaño. Después pudo hacer el 1-3 Joao Félix para que nadie acuse a quien analiza los hechos de olvidar lo que no interesa por estos lares, pero hubiera sido más justo el empate verdiblanco en un pulso tan equilibrado. La magia de Fekir había demostrado que es demasiado lastres partir sin los tres tenores de la mediapunta.

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