Estado de felicidad permanente en el Betis y en todos los béticos. La escuadra de Pellegrini sumó su cuarto triunfo de la temporada en la Liga en el Benito Villamarín y lo hizo a pesar de las dificultades que le creó un muy buen Girona.

Borja Iglesias | No sólo es marcar goles, que también, es calidad

Borja Iglesias transforma el penalti del 1-1.

Cuando se enjuicia a un delantero centro siempre se tiende a quedarse con su número de goles, que, lógicamente, es lo más trascendente dentro de su labor, pero el papel de Borja Iglesias incluye muchas más cosas en este Betis. El gallego no se ahorra ni una sola carrera a la hora de ayudar a los suyos en la presión tan adelantada, pero, además, también tiene guindas de mucha calidad. Como esa prolongación de tacón a Rodri previo al penalti o como el golpeo con la izquierda en el 2-1.

Rodri | Fekir y Juanmi no han estado y él ha colaborado para que no se añoren

Rodri avanza por la banda izquierda ante Bueno.

El Betis ha tenido dos bajas importantes en la mediapunta y en el juego puede haberse notado, por supuesto que sí, pero en lo referente a los resultados no se les ha echado de menos. Buena parte de culpa la ha tenido un Rodri que no partía en los pronósticos para la titularidad a la vista de la calidad que abunda en esa zona en la plantilla, pero ahí está el menudo extremeño. Contra el Villarreal fue el autor material del gol del triunfo y ante el Girona deshizo una situación incómoda con el penalti (en la foto).

Guido Rodríguez | El toque del Girona no lo dejaba presionar

Guido festeja con Luiz Felipe el triunfo del Betis.

Tuvo muchos más problemas el argentino que en otros partidos para realizar su labor de encerrar al rival atrás con su presión. Iba a zonas avanzadas junto a William Carvalho, pero el Girona, a través de Oriol Romeu y Aleix García, conectaba con Riquelme, principalmente, Castellanos y Reinier para crear problemas por delante de los centrales béticos.

Luiz Felipe | Bellísimo choque con el ‘Taty’ Castellano

El fútbol es un deporte de contacto y el central brasileño sabe interpretar esa máxima como tienen que hacerlo los defensas recios. Esta vez tuvo enfrente a otro amante de esos choques, el argentino Taty Castellanos, y de todos los duelos saltaban chispas. Al final, se fue del campo como triunfador por el resultado.