No ha habido reacción del Betis en Cornellá. El equipo de Manuel Pellegrini lo ha intentado tanto en el primer periodo como en el segundo, pero lo ha hecho sin la suficiente continuidad ni la profundidad como para provocar acciones de verdadero peligro sobre el área del meta Álvaro Fernández. La mejor ocasión fue en la primera parte, aún con 0-0, para Borja Iglesias: un cabezazo cruzado al que respondió el portero con un paradón a mano cambiada. Justo después llegó la acción del 1-0, un rápido ataque llevado por Darder por el centro, ante la descompuesta medular bética. En la segunda mitad, el Espanyol pudo hacer el 2-0, en gol anulado con polémica a Aleix Vidal. El Betis lo intentó hasta el final, con más corazón que cabeza, intentando tocar para abrir al Espanyol, pero pecando a veces de precipitación o desacierto. El cansancio, tras la dura semana con dos prórrogas, en la Supercopa y la Copa, también condicionó esa falta de precisión que impide la reacción verdiblanca.
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