El Betis realizó en el último día del mercado estival una de esas operaciones que marcan el devenir de un proyecto con el fichaje de Giovani Lo Celso. El argentino, al que el PSG fichó en 2016 tras adelantarse a otros grandes de Europa, no entraba en los planes de Thomas Tuchel y Lorenzo Serra Ferrer movió las piezas adecuadas para que recalase en el equipo verdiblanco.

Su excelente rendimiento en Heliópolis lo ha vuelto a colocar en el escaparate y Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid, además de otros equipos europeos, envían emisarios cada semana para vigilarlo, conscientes de que a sus 22 años –cumplirá 23 en abril– es uno de los jugadores con mayor proyección del momento.

Los números de Lo Celso en el Betis han superado las expectativas. 12 goles –cinco en la Liga, otros cinco en la Liga Europa y dos en la Copa del Rey– y cuatro asistencias lo han convertido en pieza clave del esquema ofensivo de Quique Setién. El ligero descenso en el rendimiento que había experimentado con la acumulación de partidos de enero y febrero volvió a experimentar un repunte en el duelo ante el Celta cuando de nuevo se convirtió en decisivo para la victoria verdiblanca.

La visita del Barcelona al Benito Villamarín volverá a colocar los focos en el argentino en un partido de altura. Todos esos ojeadores que lo han escrutado de cerca en los últimos meses centrarán sus miradas de nuevo en Lo Celso y su respuesta en un partido de máxima exigencia. En el Camp Nou, el zurdo dejó muestras tanto de su calidad con el balón como de compromiso, al participar activamente en la presión alta que realizaron los verdiblancos para frenar al Barcelona.

Éste es uno de los factores que más dudas han generado en Lo Celso para los especialistas, pero la evolución tanto de su físico, todavía en crecimiento, como de su capacidad de trabajo han ido en aumento desde su llegada a Europa. Unai Emery, el técnico que lo recibió en el PSG, le exigió una reconversión en el campo –lo ubicó como pivote para aprovechar su excelente salida de balón– que el argentino ha aprovechado para mejorar en su faceta defensiva y seguir añadiendo aspectos positivos a su fútbol.

Esas cualidades añadidas a su perfil han provocado que Setién también lo alterne de posición en el campo. Aunque su mayor rendimiento en el Betis ha llegado cuando aparece en las zonas cercanas al área, donde luce tanto su excelente golpeo con la izquierda como esa visión de juego de los elegidos, el argentino también ha participado en el doble pivote o como interior, dos puestos casi impensables para ese joven que despuntó en Rosario Central y lo pusieron en la agenda de los mejores clubes del mundo.

El Betis tiene claro que ejercerá la opción de compra, obligada en el caso de clasificación europea, que dispone por Lo Celso con un coste de 22 millones de euros que se sumarán a los tres que pagó por su cesión. En el club verdiblanco, que rebajó hasta en 13 millones las primeras exigencias del PSG, se considera un negocio redondo, tanto por su aportación al equipo como por la posibilidad de rentabilizar esa inversión en el futuro. Los grandes de la Liga lo vigilan muy de cerca y su cláusula de rescisión se fijará en 100 millones de euros.