Los béticos vivieron una tarde plácida con su triunfo sobre el Mallorca y, sobre todo, disfrutaron al final de una gran fiesta cuando Pellegrini ordenó al final la entrada de Fekir en lugar de Isco. Toda la afición, al unísono, estalló como si hubiera habido un tercer gol con el cambio de un ídolo por otro.

Miranda | Una gran noticia para Pellegrini, verlo llegar hasta la raya de gol

Miranda pelea con Larin por un balón aéreo.

El lateral zurdo no estaba protagonizando su mejor temporada por una razón o por otra, incluso estaba quedándose fuera en muchas ocasiones en beneficio de Abner, y eso en el esquema de Pellegrini es un factor clave. Pero esta vez sí tuvo una gran aportación en el aspecto ofensivo, entre otras cosas porque fue decisivo para el gol inicial de Willian José. Subió con decisión y recibió un excelente pase de Isco, pero a partir de ahí él también supo parar y ver el desmarque de Willian José.

Isco | Ejecuta tan rápido y con tanta clarividencia...

Isco se escapa de Mascarell en la primera tarjeta al medio mallorquinista.

Está en un momento extraordinario, mucho mejor incluso que en el arranque de la temporada en el que recibió ya tantos elogios por su fútbol. El malagueño, ahora, ve todo a velocidad de vértigo y también es capaz de ejecutar el fútbol, preciosista por supuesto, de la misma manera. El pase a Miranda es magnífico, como otro a Marc Roca e incluso estuvo a punto de un gol desde muy lejos.

Fekir | Tuvo su minuto de gloria de sentir a todos los suyos

Fekir se dispone a ingresar en el campo con Fernando a su lado.

El mero hecho de salir a calentar a la banda ya provocó que todos los suyos estallaran de felicidad. No era para menos, había estado ocho meses parado por su lesión de rodilla y todos, absolutamente todos, habían añorado su fútbol mágico en el Benito Villamarín. Estaba claro, de cualquier manera, que su participación en el juego sería testimonial, pero sí sirvió para que el éxtasis fuera absoluto.

Ayoze | Es capaz de convertir un balón perdido en un gol

Ayoze remata en el 2-0.

Tiene la portería rival siempre metida en la cabeza y es capaz de provocar una jugada sin aparente peligro en el tanto del dos a cero. Isco había intentado conectar con Luiz Henrique, éste no pudo controlar bien el balón, pero la pelota le cayó a él y su disparo fue sencillamente espectacular. Imposible de atajar no sólo para Rajkovic, que es buen guardameta, sino para cualquiera.