El Valladolid hurga en la herida (1-2)

Betis-Valladolid | Resultado

El conjunto pucelano aprovecha los defectos ya vistos en la pretemporada bética para repetir triunfo en Heliópolis

La expulsión de Joel y la lesión de Borja Iglesias condicionaron el duelo lÓscar Plano silenció el Villamarín

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Los jugadores del Betis se lamentan.
Los jugadores del Betis se lamentan. / Juan Carlos Vázquez
Samuel Silva

18 de agosto 2019 - 23:38

Un mazazo en toda regla. Así cayó ese gol de Óscar Plano casi sobre la bocina en el ánimo de una afición bética que había recuperado la ilusión inicial tras la igualada de Loren, pero que se marchó a casa tan preocupada como acabó la pretemporada. No tardaron demasiado tiempo en aparecer esos defectos ya vistos en los amistosos estivales para que el Valladolid volviera a llevarse los puntos de Heliópolis, como consiguiera la pasada temporada.

No se puede obviar del análisis la expulsión de Joel Robles a los ocho minutos, que condicionó completamente el desarrollo del partido. Pero la acción se produjo por esa incapacidad verdiblanca para replegarse con celeridad tras una pérdida, por lo que también entra dentro de ese catálogo de defectos que Rubi debe corregir cuanto antes.

Ni diez minutos resistió el primer plan del técnico. La fragilidad del equipo verdiblanco cuando pierde la pelota –William Carvalho en campo rival en este caso– permitió que el Valladolid sí cumpliera con su ideario de salir rápido al contragolpe. Sandro le ganó la espalda a la zaga y Joel, mal colocado desde el inicio, acabó derribando al canario en la frontal para marcharse a la caseta antes de tiempo.

Si esta circunstancia parecía que decantaría la pelota hacia el lado pucelano sucedió todo lo contrario.El Betis, con las líneas más juntas, sí mostró una versión más competitiva e incluso gozó de alguna ocasión. La más clara estuvo en las botas de Tello, tras un carrerón marca de la casa en la que sacó su moto a pasear, aunque su remate final no puso en problemas a Masip. También Fekir dispuso de oportunidades para buscar su potente remate con la zurda, pero sin hallar la portería pucelana.

No está diseñado el Valladolid para llevar el peso del partido y se le notó incómodo con esa responsabilidad. De hecho, la mejor ocasión visitante llegó tras otra pérdida en la medular –ahora fue el turno de Javi García–, aunque la internada de Antoñito encontró la correcta respuesta de Sidnei para evitar el peligro.

Los contratiempos para el Betis aumentaron tras el descanso. El ansiado estreno de Borja Iglesias se saldó con una lesión del delantero, que se lastimó en el tobillo al inicio del partido y sólo aguantó hasta el intermedio. Pero también pareció que los verdiblancos se sobreponían a ese nuevo infortunio. Más enchufado que el Valladolid y con la grada poniendo ese aliento que alimenta las fuerzas, el Betis se acercó a la portería de Masip, sobre todo por el ala derecha, donde Emerson se multiplicó para generar peligro.

Cuando más seguro parecía el Betis llegó otro golpe visitante. Sergi Guardiola se revolvió ante Pedraza, débil en la marca y sin la ayuda de Sidnei, para enganchar un potente disparo raso que se coló junto al poste derecho de Dani Martín, que tampoco reaccionó a tiempo.

Si parecía que ese gol ya sí supondría una losa para los verdiblancos, de nuevo salió a relucir el orgullo para rebelarse ante la adversidad. Y también la calidad, como ese amago de William Carvalho para que el pase de Emerson dejase a Loren solo ante Masip. El marbellí, de vacío en la pretemporada, sí remató con calidad para establecer la igualada y devolver la fe a la grada, que ahora incluso comenzó a creer en la remontada.

Las fotos del Betis-Valladolid
Las fotos del Betis-Valladolid / Juan Carlos Vázquez

También Rubi pensó que su equipo, pese a que se notaba ya la falta de fuerzas en algunos jugadores por tanto minutos en inferioridad, apostó a ganador e introdujo a Juanmi en el campo para buscar ese segundo tanto. Arriesgó el técnico en busca de la victoria, pero el que la encontró fue el Valladolid. Óscar Plano, en el último minuto del tiempo reglamentario, se revolvió ante Sidnei para enganchar un disparo cruzado que puso el definitivo 1-2 en el marcador.

Ese golpe sí acabó con la resistencia verdiblanca, por más que Loren, en una jugada en la que se señaló fuera de juego pero que el VAR hubiera habilitado, intentase un nuevo empate con un remate de chilena.

Ya no le quedaban energías a los verdiblancos para sobreponerse a tantos varapalos en un mismo duelo. El Valladolid, con casi los mismos jugadores que la pasada temporada, supo hurgar en la herida bética, esa misma que se vislumbra desde la pretemporada y que Rubi debe taponar cuanto antes para que el Betis opte a colarse en la zona europea. Sólo es el inicio de la temporada, pero los heliopolitanos comenzaron la Liga como el año pasado, con una decepción en el Villamarín que debe servir como señal de alerta.

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