Betis-Celta | Informe técnico

Las numerosas piezas ofensivas del Celta sorprendieron al Betis atrás

Gabri Veiga acaba de hacer su segundo gol, el 2-3 provisional.

Gabri Veiga acaba de hacer su segundo gol, el 2-3 provisional. / Antonio Pizarro

Dejando a un lado la muy discutible tarjeta roja a Luiz Felipe y atendiendo a las cuestiones tácticas, el Betis perdió en el intercambio de golpes que propuso un audaz Celta que atacó con mucha gente y desordenó el entramado de Pellegrini. La vuelta de la línea Fekir-Canales-Juanmi reactivó el juego de ataque, pero no fue la noche de Luiz Felipe, tampoco la de la pareja Guido-Guardado por delante.

Defensa

El Betis se vio sorprendido de salida por el atrevimiento y el buen gusto del Celta con el balón. Carvalhal, el entrenador olívico, dispone un 4-4-2 con tres medios de vocación ofensiva, Carles Pérez y Lucas de la Torre por fuera más ese diamante que atiende por Gabri Veiga por dentro. Con el gigante noruego Larsen arriba, Iago Aspas tiene libertad para actuar de segundo punta o bajar a tejer juego entre líneas. Y como el Betis salió a apretar muy arriba, con Guido tratando de pisar el mediocampo rival, los gallegos hicieron daño con sus rápidas y precisas combinaciones por dentro y alguna cabalgada de Carles Pérez, cuya velocidad sorprendió a Luiz Felipe en el 0-1. El central brasileño, que ya sufrió la movilidad de Larsen en Balaídos en la primera vuelta, volvió a padecerla en el Villamarín.

El nórdico dio un curso de cómo arrastrar a los pares para que Veiga o Aspas se incorporaran desde atrás, y también se ofreció al remate con muchísimo sentido. La valentía céltica pilló al Betis con el paso cambiado atrás a menudo. Incluso fallaron los gallegos dos goles claros tras el cuarto, con los flancos verdiblancos y muy desnudos.

Ataque

Al aficionado bético le brillaron los ojos al ver el retorno de esa línea mágica Canales-Fekir-Juanmi. No era para menos. Volvió esa electricidad y verticalidad con la que el Betis de Pellegrini se abrió hueco en la historia verdiblanca. El malagueño empezó a dibujar desmarques desde la izquierda, Fekir invitó a Canales a esos diabólicos relevos y con esa movilidad, los laterales se animan más, como le ocurrió a Miranda en ese pase genial de Canales que pudo ser el 3-1, un minuto antes del 2-2.

Los cuatro béticos más adelantados intimidan a los defensas. Y si éstos son dadivosos, como Aidoo, no perdonan. Fue prodigiosa la acción entre Juanmi, Guardado, Borja y Canales.

El cántabro recuperó ese tiralíneas que atesora en la izquierda y volvió a asistir a Miranda al principio de la segunda parte, pero el lateral no estaba perfilado para el remate y cedió a Juanmi, que falló.

Ya a la desesperada, Pellegrini dejó a Édgar como único pivote con Fekir por la derecha, Joaquín por la izquierda, Luis Henrique y Canales con libertad por dentro y Ayoze arriba. Y la sensación de peligro siempre flotó.

Virtudes

La vuelta de los habituales en la línea de mediapuntas devolvió ese juego creativo y profundo.

Talón de Aquiles

Desarbolado atrás.

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