Tras 17 días sin competición oficial, el Betis de Quique Setién regresa hoy a la Liga en Ipurua, con el deseo y la obligación de dejar atrás ese descenso en el rendimiento, quizá acentuado en los encuentros lejos de Heliópolis. La pausa liguera por las selecciones, que se ha hecho larga y rodeada de polémica por las lesiones, ha debido servir para que el cuadro verdiblanco se reinicie y recupere esas sensaciones con las que comenzó el campeonato, sobre todo en el aspecto defensivo.

Quiere centrarse Setién en su equipo, en las virtudes que suele exhibir en el manejo de la pelota, pero las debilidades atrás han obligado a insistir en esos conceptos para que los cimientos no se lleven por delante esa obra vistosa que ha empezado a construir el cántabro. La necesidad de juntar las líneas cuando no se tiene el balón es uno de esos aspectos en los que se ha trabajado en estas dos semanas. Además, el propio estilo del Eibar, con un fútbol muy directo y con muchos centros al área, obliga a aumentar la atención en las segundas jugadas, ese otro fútbol que multiplica su importancia en estadios como el eibarrés y que aumentará el trabajo de los centrales, Mandi y Amat, y de Javi García.

Sin perder la identidad y el sello que Setién ha conseguido imprimir en los verdiblancos, el Betis necesita crecer en otros aspectos del juego para competir con rigor en esta Primera, en la que los equipos de la zona baja ya aprietan con una marcha más para escapar de los problemas. Esa mejora en la consistencia defensiva debe conseguirse sin perder la pólvora que los helipolitanos vienen exhibiendo en el ataque, independientemente de los elegidos por Setién para ocupar la vanguardia.

Si en la zaga, ante la baja de Feddal y el regreso de Durmisi, no se vislumbran sorpresas, más dudas existen en el resto de los integrantes de ese once que el técnico bético suele renovar en cada jornada. Javi García y Guardado parecen fijos en la medular, pese a que el mexicano disputase los dos partidos con su selección, mientras que Camarasa, que se ha entrenado a la perfección, apunta al tercer integrante en detrimento de Fabián e incluso por delante de Boudebouz.

Precisamente, el franco-argelino también podría ocupar una banda ante las ausencias de Tello y Campbell -Joaquín es fijo en otra-, aunque se siente más cómodo con libertad por dentro, de ahí que Nahuel, quien ya fue titular ante el Espanyol en la última salida, cuenta con opciones de regresar al equipo inicial.

La otra variante pasaría por ubicar a los dos delanteros, Sanabria y Sergio León, al mismo tiempo, pese a que Setién ha indicado en más de una ocasión que no le gusta el dibujo de su equipo con los dos puntas. De jugar con sólo uno, quizá el palmeño parte con ventaja al haber completado todos los entrenamientos, mientras que Sanabria se ha perdido más de uno por unas molestias menores.

FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía.

Con más dudas aparece José Luis Mendilibar, quien quiere recuperar la esencia de ese Eibar que se manejó con solvencia en la máxima categoría, y que no ha aparecido en esta temporada. Tras probar con un dibujo de cinco defensas sin demasiado resultado, el técnico dejó entrever que volverá a una zaga de cuatro y, sobre todo, a esa presión alta que tanto ha incomodado a los rivales en sus buenos tiempos.

Las recuperaciones de Dani García y Escalante deben elevar el nivel de los eibarreses, que también contará con la frescura de Iván Alejo, el joven extremo que cayera lesionado en el inicio liguero y que apunta de nuevo al once.

Sin las apreturas en la clasificación de su rival, el Betis sí quiere recuperar la sensación de la victoria para continuar instalado en la zona noble, esa recompensa que ha encontrado a un inicio de Liga que ha recuperado la ilusión para el bético. La pausa liguera se ha tomado como la oportunidad para recuperar las virtudes futbolísticas de los de Setién, que en Ipurua quieren hallar el escenario ideal para reiniciarse y seguir mirando hacia Europa.