Resiliencia, resistencia y paciencia del Betis de Pellegrini

De once citas en lo que va de temporada, el Betis sólo perdió una, levantando, para igualar o ganar, hasta cuatro encuentros con un marcador en contra l Ha marcado cuatro tantos en los últimos 10 minutos de partido y dos en el añadido

La sana virtud de levantarse siempre

Pellegrini da instrucciones a Ruibal en La Cerámica.
Pellegrini da instrucciones a Ruibal en La Cerámica. / Andreu Esteban / Efe

Nueve jornadas de Liga y sólo una derrota y dos partidos más en Europa League en los que firmó un empate sobre la bocina (Nottingham Forest, 2-2) y otro triunfo a domicilio (Ludogorets, 0-2). Parece claro que este Betis es fiable. Encaja poco (10 tantos en el campeonato nacional), tiene pegada y lo mejor es que no baja los brazos nunca desde la confianza que genera su fútbol y la capacidad para crear ocasiones. De hecho, Manuel Pellegrini, que sigue acaparando récords en verdiblanco –superó en La Cerámica con 199 partidos a Lorenzo Serra Ferrer como entrenador heliopolitano con más encuentros en Primera División– llevó a su equipo a otro registro para la historia, pues igualó las 28 jornadas ligueras consecutivas marcando entre 1933 y 1935 de los de Patrick O’Connell, que se proclamarían ese último año campeones de Liga. Contando todas las competiciones, son 32 partidos oficiales consecutivos celebrando alguna diana.

Y buena parte de esa marca es consecuencia de la actitud de un grupo que ha desarrollado una capacidad innata de resistencia para no entregarse nunca. De hecho, en lo que va de curso ha igualado ya dos 2-0 en contra (con el Levante y el Villarreal), remontó ante el Espanyol para ganar en Cornellà y empató un 1-2 con el Nottingham Forest. Contra el conjunto inglés marcó su primer tanto del ejercicio Antony. Fue en el minuto 85, en otra recta final de partido en la que este Betis se siente cómodo. Ha marcado cuatro tantos en los últimos 10 minutos, dos de ellos en el tiempo de prolongación (Bakambu, frente al Athletic y el mismo Antony en La Cerámica) para rescatar tres igualadas en partidos que iba perdiendo (el del Villarreal, el del Nottingham Forest y frente al Levante). Dice la RAE que la resiliencia, palabra de moda desde hace unos años, es la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos. Y este Betis no se pone nervioso con el marcador en contra. Se adapta, lo toma como algo normal en el fútbol y con algún cambio de piezas mantiene el mismo estilo de juego con la seguridad de que llegarán las oportunidades de gol.

De hecho, el Betis es uno de los conjuntos con más remates a puerta (tras el Barcelona, el Real Madrid, el Atlético y el propio Villarreal) y todo llega desde la paciencia para seguir jugando sin renunciar a su estilo: poco juego directo y mucha velocidad en busca de los espacios. En este sentido, sigue siendo el equipo que menos faltas hace en el campeonato y de los que más recibe por ese juego veloz, al primer toque en muchos casos, que genera situaciones de ataque de forma continua.

Resistencia, resiliencia y paciencia en verdiblanco para ser un equipo tremendamente fiable en este casi primer cuarto de temporada.

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