Salud y calidad de vida

Reducir las infecciones exige mejorar el lavado de manos entre los sanitarios

  • Aunque parece una medida obvia, las administraciones mantienen programas para impulsar medidas de higiene básicas en los hospitales · Entre un 15% y un 50% de los profesionales no cumplen

Este 5 de mayo fue un día de brindis al sentido común. El día de Salva Vidas, lávate las manos, una iniciativa del programa de la Seguridad del Paciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Su objetivo es incrementar el compromiso de los profesionales sanitarios acerca de la importancia de la higiene de manos para reducir las infecciones asociadas a la atención sanitaria, denominadas técnicamente infecciones nosocomiales. Así de claro y simple. Y no es una obviedad. Lavarse las manos con frecuencia antes de un acto médico es todavía un objetivo permanente para los sistemas sanitarios de los países ricos. La calidad empieza por algo tan sencillo. La práctica es ancestral pero fue hace solo 200 años cuando se señaló como una de las medidas claves para prevenir infecciones. Oliver Wendell Holmes, escritor, poeta y médico comenzó a impulsar esta idea entre los obstetras de Boston. En Viena, lo mismo hacía Igmaz Semmelweis. Se convirtieron en los primeros en darse cuenta que las infecciones podían transmitirlas ellos, los sanitarios. Desde entonces ha llovido.

Ahora la propuesta se ha ido concretando a través de la adhesión a la campaña de 5.000 hospitales, centros de salud y administraciones en general de 122 países. El propio Plan de Calidad del Sistema Nacional de Salud se sumó a este compromiso institucional el pasado mes de enero aunque la labor sobre el tema tiene al menos un lustro de experiencia. En Andalucía la Agencia de Calidad de la Consejería de Salud creó, a través del Observatorio de Seguridad del Paciente, creó el distintivo Manos Serguras: un reconocimiento para aquellos hospitales, centros de Atención Primaria o de Urgencias que hayan mejorado significativamente sus prácticas en higiene de manos. Forma parte de un objetivo concreto, el 17, de la Estrategia de Seguridad del Paciente del Sistema Sanitario Público de Andalucía, que alude a la necesidad de dotar a los centros de suficientes puntos de lavado, jabón, soluciones hidroalcohólicas, secamanos o guantes, y fomentar así la higiene, la asepsia y la prevención.

La eficacia de estos programas está demostrada desde hace tiempo. Hace 10 años The Lancet recogía algunos ejemplos de éxito de campañas que había impulsado una mejoría sostenida en el cumplimiento de higiene de las manos, coincidiendo con una reducción de las infecciones nosocomiales y la transmisión del Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM), un habitual causante de infecciones en el entorno hospitalario. Existe suficiente evidencia científica que demuestra que esta medida sencilla y barata puede ayudar a reducir las infecciones no solo en Hospitales. A pesar de ello, algunos estudios publicados muestran que la higiene de las manos se realiza sólo entre un 15 y un 50% de las veces en las que debería llevarse a cabo. Ahora mismo, según los análisis y revisiones científicas el mejor hábito es lavarse las manos frotando bien con preparados alcohólicos antes y después del contacto directo con los pacientes. Según un estudio realizado por varios hospitales españoles y publicado en Medicina Clínica el año pasado, "en las adminsitraciones es necesario que los gestores sanitarios se posicionen de forma expresa, situando la higiene de las manos como uno de los objetivos de calidad de la institución, y que exijan a los responsables médicos y de enfermería su implicación en este proceso".

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