Apuesta por la formación en reanimación cardiopulmonar para salvar vidas

Reanimación cardiopulmonar

Los profesionales médicos proponen una estrategia para el Sistema Nacional de Salud ante la parada cardíaca que podría evitar anualmente más de 7.400 muertes prematuras

La propuesta pasa por incluir esta formación de forma obligatoria en las escuelas o al obtener el carnet de conducir.
La propuesta pasa por incluir esta formación de forma obligatoria en las escuelas o al obtener el carnet de conducir. / D.S.
Silvia C. Carpallo

21 de enero 2020 - 12:36

Madrid/Cuando imaginamos una situación de parada cardíaca, nuestra mente nos traslada a la habitación de hospital donde los equipos médicos actúan de urgencia. Sin embargo, la realidad es que se calcula que si anualmente son 22.300 personas las que sufren una parada cardíaca en un hospital, ascienden a 30.000 personas las que sufren una parada fuera de un centro sanitario. Es por ello que, aunque las intervenciones de los profesionales sanitarios son clave, en muchas ocasiones quién podría salvar la vida de una persona con una parada cardíaca podría ser un familiar, un amigo o incluso un desconocido que sepa actuar a tiempo. No obstante, actualmente se producen cerca de 47.000 muertes por paradas cardíacas, y muchas de ellas podrían ser evitables. Sin embargo, solo 1 de cada 4 de los testigos que presencian una parada cardíaca realizan maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP).

Actuar a tiempo

En muchas ocasiones quién podría salvar la vida de una persona con una parada cardíaca podría ser un familiar, un amigo o incluso un desconocido

Ante esta realidad, y con el objetivo de mejorar las cifras de supervivencia, el Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar (CERP) ha presentado una estrategia para el Sistema Nacional de Salud ante la parada cardiaca. Se trata de un documento que ha llevado dos años de trabajo y que se ha realizado analizando iniciativas similares en otros países, además de documentos y estrategias ya existentes. Hace ya 7 años que el Parlamento Europeo pidió a la Comisión que apoyara a los estados en la adopción de estrategias nacionales para la igualdad de acceso a la Resucitación Cardiopulmonar de calidad. En palabras de Serafín Romero, presidente de la Organización Médica Colegial se trata de “un proyecto ambicioso, pero necesario”.

Según Frutos del Nogal Sáez, presidente del CERP, “necesitamos aumentar la supervivencia”, y para ello, el principal reto es “contar con una mayor formación para que la población civil pueda iniciar la maniobra RCP”. De esta forma, entre los puntos más destacados de esta estrategia está la formación obligatoria en RCP en las escuelas, en la obtención del carnet de conducir y en las pruebas de acceso a la función pública, como ya se hace en otros países.

Asimismo, Narciso Perales, coordinador del Comité de Sistemas insistía en que otro de los puntos clave es la creación de registros, ya que actualmente los datos son orientativos. Además, proponía un cambio legislativo para incluir una “ley del buen samaritano”, para que no pueda existir una reclamación judicial para “un acto humanitario”. También se propone regionalizar la asistencia de las paradas cardiacas y la acreditación de centros de referencia. Todo ello contaría con la puesta en marcha de un posible “código parada”, similar al existentes en otras patologías críticas, como el Código Ictus.

Sin embargo, Perales recordaba que en realidad el 70% de las paradas cardiacas se dan en el propio domicilio, por lo que en ocasiones son los propios familiares los que pueden salvar vidas. Así, en casos de riesgo, es importante que la familia conozca estas técnicas de reanimación, ya que muchas víctimas de parada cardiaca tienen antecedentes cardiovasculares previos.

Por último, Perales concluía que con todas estas medidas se podría incrementar la supervivencia en un 36%, en cinco años, evitándose anualmente más de 7.400 muertes prematuras, 2.000 más que en la actualidad. Entre las medidas que plantean insistió en la necesidad de formar “al 100% de los escolares en los Colegios” y más de 500.000 personas en 5 años.

Desfibrilación automática en la vía pública

Más allá de aprender a aplicar la RCP, también resulta fundamental aumentar el uso de la desfibrilación semiautomática, que se ha extendido en las vías públicas, pero que no siempre es accesible cuando el evento se da en el propio domicilio. Todo ello precisa, además, de una mayor coordinación de los recursos sanitarios disponibles, que también pueden ayudar guiando la intervención a través del teléfono móvil. Así, el aumento del número de desfibriladores, debe realizarse de forma paralela con la consolidación de los programas de los centros de coordinación de urgencias para la detección rápida de las posibles paradas cardiacas y para la orientación a los testigos, para que efectúen las compresiones torácicas, mientras llega la asistencia cualificada.

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