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Cáncer testicular: Todo sobre el tumor más frecuente en hombres jóvenes que padece el humorista Manu Sánchez

Cáncer testicular: el tumor más frecuente  en hombres jóvenes que padece el humorista Manu Sánchez

Cáncer testicular: el tumor más frecuente en hombres jóvenes que padece el humorista Manu Sánchez

El reconocido humorista sevillano Manu Sánchez reveló en la tarde de este martes 30 de mayo que está enfrentado un desafío personal que le mantendrá alejado de su actividad profesional durante un tiempo: un diagnóstico de cáncer germinal testicular en estado metastásico, cuyo diagnóstico recibió el pasado 19 de abril. Durante su participación en el programa de Canal Sur "La Tarde, aquí y ahora", junto a Juan y Medio y Eva Ruiz, el artista andaluz compartió que está actualmente sometiéndose a un tratamiento intensivo de quimioterapia desde hace tres semanas. Este tratamiento, que se extenderá por otras nueve semanas, se suma a la intervención quirúrgica a la que ya se ha sometido el humorista. Este tumor es el más frecuente entre hombres jóvenes de entre 15 y 35 años. 

En el caso del humorista, según ha explicado, tiene metástasis en los ganglios, pero ''por suerte la metástasis en el cáncer del testículo es de las más curables''.  Sánchez reconoció que ''después de ponernos en lo peor durante un tiempo, mientras te dicen cuál es el apellido, dónde, cómo, de qué manera viene... Pues uno se pone en lo peor; esto es inevitable". 

A pesar de tener miedo, Sánchez se muestra optimista. "Tengo miedo y sobre todo tengo un montón de cosas mucho más potentes que el cáncer y que el miedo juntos: Tengo ciencia, medicina, esperanza, fuerza, amigos, familia y suerte… tengo muchísima suerte de tener todo lo que tengo. Una vida perfecta que no ha hecho más que empezar. ", ha expresado en un post de Instagram que acompañaba de una fotografía recibiendo una de las sesiones de quimioterapia. 

Un tumor frecuente en hombres jóvenes

El cáncer testicular es una forma de cáncer que se origina en los testículos, los órganos reproductores masculinos encargados de la producción de espermatozoides y hormonas.  Este tipo de cáncer se origina por el crecimiento descontrolado de células malignas que se origina en los testículos. Estos órganos reproductores masculinos se ubican en el escroto, que es un saco de piel flácida situado debajo del pene, y están compuestos por varios tipos de células que desempeñan funciones diferentes.

Entre ellas, las células germinales son las más relevantes, ya que, bajo la influencia de las hormonas masculinas, se desarrollan y maduran para dar lugar a los espermatozoides durante la adolescencia. Es en estas células donde se origina la gran mayoría de los tumores testiculares. Aproximadamente el 90 % de los cánceres malignos tienen su origen en estas células germinales, lo que justifica su denominación como tumores de células germinales.

Según muestran las estadísticas de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) para el año 2022,  se diagnosticaron unos 1.428 nuevos casos de cáncer testicular, una cifra que resulta casi anecdótica en comparación con los casos de cáncer de próstata, que ascienden a  unos 30.884.  No obstante, una nota positiva es el alto porcentaje de supervivencia asociado a este tipo de cáncer, que alcanza casi el 90 % (89,2).

A pesar de esta estadística alentadora, no se debe descuidar la importancia del cáncer testicular, ya que sigue siendo, como hemos mencionado, el tumor más común en hombres jóvenes de entre 15 y 35 años. Sin embargo, después de este pico de incidencia, se convierte en una rareza y generalmente representa solo el 1 % del total de los casos diagnosticados. Además, la tasa de supervivencia relativa de cáncer de testículo a 5 años es del 95 %

TIPOS

Los tumores principales de células germinales que se encuentran en los testículos se dividen en dos tipos: seminomas y no seminomas. Ambos tipos de tumores ocurren aproximadamente con la misma frecuencia. Muchos casos de cáncer testicular presentan una combinación de células no seminomas y células seminomas. Estos tumores de células germinales mixtas se tratan como no seminomas debido a que su crecimiento y propagación se asemejan a los tumores no seminomas.

  • Seminoma: se trata de un tipo de cáncer testicular de crecimiento lento que suele manifestarse en hombres de entre 40 y 50 años de edad. Este tipo de cáncer se origina en los testículos, pero puede propagarse a los ganglios linfáticos. El tratamiento para la afectación de los ganglios linfáticos suele ser radioterapia o quimioterapia. Los seminomas son altamente sensibles a la radioterapia.
  • No seminoma: es el tipo más común de cáncer testicular y tiende a crecer más rápidamente que los seminomas. Los tumores no seminomas suelen estar compuestos por diferentes tipos de células, y se los identifica según estos distintos tipos:

-Coriocarcinoma (poco común)

-Carcinoma embrionario

-Teratoma

-Tumor de saco vitelino

Factores de riesgo

Existen varios factores de riesgo asociados al cáncer testicular. El principal de ellos es la criptorquidia, que se refiere a la falta de descenso del testículo al escroto durante los primeros años de vida, según explica el especialista. Durante el desarrollo embrionario, los testículos descienden desde la región cefálica hasta su ubicación final en el escroto a través de la línea media y el abdomen.
Sin embargo, en algunos casos, este descenso se retrasa después del nacimiento o incluso no se produce. Los hombres afectados por la criptorquidia tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer en el testículo no descendido y también en el otro testículo. De hecho, las pautas clínicas recomiendan la extirpación preventiva de aquellos testículos que no descienden por completo hacia el escroto y que finalmente se alojan en el abdomen, señala el experto.
Por otro lado, los antecedentes familiares también juegan un papel importante. Según la SEOM, entre el 1 y el 3 % de los pacientes con tumores germinales testiculares tienen familiares cercanos que han padecido cáncer de testículo.
Otros factores de riesgo incluyen:
  • Infección por VIH
  • Antecedentes de un testículo no descendido (uno o ambos testículos no logran bajar hacia el escroto antes del nacimiento)
  • Síndrome de Klinefelter
  • Infertilidad
  • Consumo de tabaco
  • Síndrome de Down

Síntomas y tratamiento

Los síntomas del cáncer testicular pueden variar, pero los más comunes incluyen la presencia de un bulto o masa en uno o ambos testículos, dolor o incomodidad testicular, inflamación o aumento del tamaño de los testículos y sensación de pesadez en el escroto. 

El tratamiento incluye sesiones de radioterapia, quimioterapia y, en primera instancia, la cirugía denominada orquiectomía inguinal radical. Este procedimiento quirúrgico es utilizado para remover un testículo con cáncer. Durante esta intervención, se realiza una incisión justo encima del área púbica, a través de la cual se extrae cuidadosamente el testículo del escroto. El cirujano procede a extirpar tanto el tumor como el testículo en su totalidad, incluyendo el cordón espermático.

Por otro lado, el trasplante de células madre se utiliza con mayor frecuencia para tratar los casos de cáncer testicular que han reaparecido después del tratamiento con quimioterapia. En general, los cánceres de testículo responden bien a la quimioterapia, aunque no todos los casos son curados.

Aunque dosis más altas de quimioterapia podrían ser más efectivas, no se administran debido al riesgo de causar daño grave a la médula ósea, donde se producen las nuevas células sanguíneas. Esto podría ocasionar infecciones potencialmente fatales, sangrado y otros problemas debido a los bajos recuentos de células sanguíneas.

Sin embargo, en estos casos se recurre a un trasplante de células madre para permitir el uso de dosis más altas de quimioterapia. Anteriormente, las células madre se extraían de la médula ósea, pero actualmente se realiza con menos frecuencia. En las semanas previas al tratamiento, una máquina especial obtiene las células madre formadoras de sangre del torrente sanguíneo del paciente, las cuales son congeladas y almacenadas.

Posteriormente, el paciente recibe altas dosis de quimioterapia. Después de finalizar la quimioterapia, se le reintroducen las células madre. Este proceso, conocido como trasplante, no requiere cirugía, ya que las células se infunden en una vena similar a una transfusión sanguínea. Las células madre se establecen en la médula ósea y comienzan a producir nuevas células sanguíneas en las semanas siguientes.

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