¿Colon irritable o enfermedad de Crohn? estos son los síntomas y diferencias de ambas
El dolor de tipo cólico, las náuseas o la diarrea se presenta en ambas patologías
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El síndrome del intestino irritable, más conocido como colon irritable, y la enfermedad del Crohn comparten varios síntomas, lo que puede hacer que se confunda una patología de la otra, cuando ambas son muy diferentes.
Aunque las dos afectan a la misma zona, en la enfermedad del Crohn es en la pared intestinal donde la inflamación tiene más presencia. El síndrome del intestino irritable, por su parte, lo provoca una función anormal de los intestinos delgado y grueso, como informa la Universidad Estadounidense de Gastroenterología.
Ambas patologías comparten algunos síntomas, por lo que pueden complicar el diagnóstico. Algunos ejemplos son dolor de tipo cólico, náuseas o diarrea, así como pérdida de apetito, dificultad para concentrarse o ansiedad.
En cuanto a las diferencias, los enfermos de Crohn pueden sufrir fiebre o encontrar sangre en sus heces, pero esto no está relacionado con el síndrome del intestino irritable, como sí lo está el alternar episodios de diarrea y estreñimiento. Lo recomendable si se siente alguno de los síntomas descritos es acudir al médico cuanto antes, para que se pueda realizar un diagnóstico eficaz.
De las dos, el colon irritable afecta a más personas, pues se estima que un 10% de la población española la sufre y que más de la mitad de las consultas por problemas digestivos están relacionadas con esta patología, que suele aparecer antes de los 35 años.
La importancia de la dieta para tratar ambas patologías
Tanto en el tratamiento de la enfermedad de Crohn como en el del síndrome del intestino irritable la alimentación tiene mucho peso, ya que, según informa el blog de Biosalud, es primordial para recuperar la calidad de vida.
Los que sufran de colon irritable deberán limitar el consumo de alimentos como harinas integrales, lechuga o brócoli, aunque sí se recomienda aumentar la ingesta de fibra soluble, como por ejemplo avena, manzana, zanahoria o legumbres.
La hidratación también debe ser un aspecto muy importante para tratar esta patología, así como el dejar a un lado el consumo de bebidas con gas, el café y el té.
Los que padezcan la enfermedad de Crohn deberán evitar aquello que pueda aumentar la inflamación, como el alcohol o los alimentos ricos en azúcar. Los que sean de fácil digestión, como las patatas, los huevos, las carnes magras, las legumbres y las verduras, sí deben formar parte de la dieta.
También debe prestarse atención al cocinado, y es que este debe ser de la manera más sencilla posible, como por ejemplo al vapor, a la plancha o al horno.
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