Fluconazol es un medicamento que se receta para tratar infecciones producidas por hongos, entre los que se encuentra la Candida, que es una de las principales causantes de las infecciones fúngicas. Se trata por tanto de un medicamento del grupo de los antifúngicos.

¿En qué casos suele pautarse fluconazol?

Este medicamento antifúngico puede ser recetado en adultos para el tratamiento de infecciones como:

• Meningitis criptocóccica (infección en el cerebro).
• Coccoidioiodomicosis (que afecta al sistema broncopulmonar).
• Infecciones por Candida localizadas en el torrente sanguíneo, en órganos o en el tracto urinario.
• Infecciones por Candida localizadas en las mucosas, como en la boca, la garganta y que se pueden relacionar a prótesis dentales.
• Infecciones por Candida localizadas en los genitales.
• Infecciones en la piel, como es el caso de pie de atleta, tiña o infección de las uñas.

En otras ocasiones, fluconazol puede recetarse como preventivo y evitar la reaparición de las siguientes infecciones por hongos:

• Meningitis criptocóccica.
• Candida (tanto en los genitales como en las mucosas).

También se puede recetar para prevenir el contagio de infecciones producidas por Candida si el sistema inmunitario está débil o no funciona correctamente.

En niños y adolescentes se puede pautar para tratar la candidiasis en las mucosas, la infección por Candida en el torrente sanguíneo, los órganos o el tracto urinario y la meningitis criptocóccica. También para la reaparición de ciertas infecciones o para prevenirlas si el sistema inmunitario es débil.

Contraindicaciones de fluconazol

El fluconazol no es adecuado para pacientes que tengan alergia a este medicamento o a los compuestos que le acompañen, tampoco para aquellos que tomen alguno de los siguientes medicamentos:

• Algunos antihistamínicos como astemizol y terfenadina.
• Cisaprida (para el tratamiento de las molestias estomacales).
• Pimozida (para tratar enfermedades mentales).
• Quinidina (para las arritmias cardíacas).
• Eritromicina (antibiótico).

Es importante hablar  con su médico de dolencias previas (especialmente relacionadas con corazón, hígado y riñones), así como si se tienen niveles anormales de potasio, calcio o magnesio en sangre. También informe de los tratamientos médicos y complementos que esté usando antes de comenzar el tratamiento con fluconazol, por si fuera necesario un ajuste de la dosis o un seguimiento para comprobar que los medicamentos mantienen sus efectos adecuados.

En el caso de estar embarazada o poder estarlo es importante informar, puesto que está contraindicado el uso de este medicamento, que puede aumentar el riesgo de abortos espontáneos en el primer trimestre y de anomalías congénitas que afecten al feto.

Posibles efectos adversos

Fluconazol puede causar efectos adversos en algunos pacientes, entre los más frecuentes se encuentran:

• Dolor de cabeza.
• Molestias estomacales, diarrea, vómitos.
• Resultados elevados en análisis de sangre en parámetros relativos al hígado.
• Erupciones.

Por otra parte, pueden darse casos de efectos secundarios que requieren que se deje el tratamiento y se informe de manera inmediata a su médico. Pueden darse casos de erupción generalizada, temperatura corporal alta y ganglios linfáticos agrandados.

También se debe en casos de reacción alérgica con síntomas como:

• Pitidos al respirar, dificultad para respirar u opresión en el pecho.
• Hinchazón de los párpados, cara o labios.
• Picor en todo el cuerpo, enrojecimiento de la piel o puntos rojos con picor.
• Erupción cutánea.
• Reacciones en la piel como erupción con ampollas.

Se debe informar a su médico de forma inmediata si se dan casos de problemas de hígado, que pueden presentarse con síntomas como:

• Cansancio.
• Pérdida de apetito.
• Vómitos.
• Coloración amarillenta de piel o del blanco de los ojos.