Salud cardiovascular

Estos son los genes que aumentan la probabilidad de sufrir un infarto

Estos son los genes que aumentan la probabilidad de sufrir un infarto

Estos son los genes que aumentan la probabilidad de sufrir un infarto / freepik

Tras dos años de convivencia con la COVID-19, las enfermedades cardiovasculares han seguido siendo la principal causa de mortalidad en España. En 2020, el año de la pandemia de la COVID-19, murieron en España 119.853 personas por causa cardiovascular, lo que supuso el 24,3% de los fallecimientos totales.  Este tipo de patologías pueden prevenirse si se evitan algunos factores que aumentan el riesgo de padecerlas, como el tabaquismo, la hipertensión, la obesidad o el sedentarismo. Pues bien, si ya era conocido que la genética también jugaba un papel en el desarrollo de estas enfermedades, se desconocía de manera concreta cuáles eran con exactitud los que propiciaban con mayor probabolidad los ataques y otros accidentes cardiovasculares.

Ahora, un importante estudio realizado por un equipo del Instituto de Investigación Cardíaca Victor Chang, la Facultad de Medicina Icahn del Monte Sinaí de Nueva York y otros centros de Europa y Estados Unidos ha identificado los genes más importantes que causan enfermedades coronarias y desencadenan ataques al corazón. ''Hemos identificado con exactitud en qué parte del cuerpo se produce el principal efecto de esos genes: puede ser en las propias arterias del corazón, que causan directamente obstrucciones, o tal vez el efecto sea en el hígado, que aumenta los niveles de colesterol, o en la sangre, que modifica la inflamación", explica el líder del trabajo, Jason Kovacic.

TRES MISTERIOS A RESOLVER

Tal y como explican, la cuestión entrañaba dos misterios principales: cuáles eran los genes concretos (algo fundamental para poder identificar el riesgo de enfermedades coronarias a partir de un análisis genético) y en qué parte del cuerpo actuaban. Los autores, además, han cuantificado el riesgo de cada variante, con lo que han podido elaborar un ranking de peligrosidad con todos los genes catalogados.

En el estudio se incluyeron 600 pacientes con cardiopatías coronarias y otros 150 sin ellas. Todos se sometieron a una intervención quirúrgica a tórax abierto para la realización de un bypass coronario o por otros motivos indicados desde el punto de vista médico. El equipo utilizó el superordenador del Monte Sinaí, llamado ´Minerva´, para hacer números, analizar los datos y cotejar la información de miles de genes.

El tercer gran logro fue clasificar esos genes, 162 en total, por orden de prioridad como causantes de enfermedades coronarias. "Algunos de los principales genes identificados en esta lista nunca se habían estudiado realmente en el contexto de los ataques cardíacos. Encontrar estos nuevos genes importantes es realmente emocionante, pero también un verdadero reto, ya que nadie sabe todavía exactamente cuántos de ellos causan la enfermedad coronaria", apunta el investigador.

GEN PHACTR1

Otro aspecto importante de este estudio es que uno de los genes de los que se sospechaba anteriormente, el PHACTR1, ha sido validado como uno de los dos principales genes causantes de enfermedades coronarias. "Sin embargo, a pesar de que es potencialmente el gen más importante para causar enfermedades vasculares, los científicos de todo el mundo tienen poca idea de cómo funciona PHACTR1, y estamos decididos a solucionarlo", añade Kovacic.

El regulador de fosfatasa y actina 1 (PHACTR1) es una proteína que en humanos está codificada por el gen PHACTR1 en el cromosoma 6 .Se expresa más significativamente en el globo pálido del cerebro. PHACTR1 es una proteína de unión a actina y proteína fosfatasa 1 (PP1) que se une a la actina y regula la reorganización del citoesqueleto de actina. Los autores destacan que se sabe que este gen está igualmente relacionado con otras patologías como migraña, displasia fibromuscular y disección espontánea de la arteria coronaria.

Otro beneficio para los pacientes puede ser la mejora de las pruebas genéticas. "Las actuales pruebas genéticas que tenemos para detectar a las personas con riesgo de sufrir una enfermedad coronaria analizan cientos, si no miles, de genes. En la actualidad no son especialmente precisas y, sobre todo, por este motivo no se utilizan de forma rutinaria en el ámbito clínico", afirma el profesor.

Conocer estos genes y el modo exacto en el que actúan puede ser clave para desarrollar terapias genéticas dirigidas que puedan eliminar el riesgo cardiovascular de muchos pacientes.  "Estos conocimientos nos permitirán ir en busca de estos genes realmente críticos que causan ataques cardíacos, ya que ahora sabemos lo mucho que merecen un estudio inmediato en profundidad para entender exactamente cómo causan la enfermedad coronaria y si podrían ser objetivos farmacológicos prometedores para los pacientes", termina el profesor Kovacic

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