La ciudad y los días
Carlos Colón
Montero, Sánchez y el “vecino” Ábalos
Investigación y Tecnología
La otitis del bañista, también conocida como otitis externa o "oído del nadador", es una infección del conducto auditivo externo, el tubo que conecta el exterior del oído con el tímpano que suele ser causada por bacterias que han crecido en un ambiente húmedo, aunque en algunos casos puede ser provocada por hongos.
Esto quiere decir que para evitar la otitis del bañista es recomendable secarse bien los oídos una vez que estés fuera del agua ya que es normal que en esta época del año y, con más razón en Andalucía, donde hace mucho calor, pasemos mucho tiempo en el agua.
También puede darse en personas que hacen natación como rutina deportiva, una actividad que se practica con más frecuencia en verano. Cuando hay un exceso de humedad, la piel que recubre el oído externo se reblandece y descamea, convirtiéndolo en un lugar idóneo para la proliferación de los gérmenes.
Los síntomas de la otitis del bañista incluyen dolor en el oído, que puede ser intenso, picazón en el conducto auditivo, sensación de oído tapado o disminución de la audición, ecreción de líquido claro o pus desde el oído, enrojecimiento y hinchazón del conducto auditivo.
“La 'mejor medicina' para la otitis externa es intentar prevenirla tomando determinadas precauciones"
Las principales causas de la otitis externa son exposición prolongada al agua, que puede quedar atrapada en el conducto auditivo y crear un ambiente ideal para el crecimiento de bacterias, lesiones en el conducto auditivo causadas por limpiar los oídos con objetos como bastoncillos de algodón, que pueden dañar la piel y facilitar la entrada de bacterias y condiciones de la piel como eczema o psoriasis que pueden predisponer a infecciones.
El tratamiento de la otitis del bañista generalmente incluye:
"Se deben emplear tapones y mantener el conducto auditivo limpio y seco después de cada baño usando la punta de una toalla limpia y nunca bastoncillos"
Para prevenir la otitis del bañista, se recomienda secar bien los oídos después de nadar o ducharse, también evitar introducir objetos en el oído que puedan causar lesiones como pueden ser los bastoncillos de algodón que usamos para limpiar el oído internamente. Si eres propenso a las otitis, debes usar tapones para los oídos, principalmente de los que se amoldan en el interior del oído sin llegar a lesionarlo y, además, impidiendo el paso del agua.
El médico experto de Cinfa, Julio Maset, informa de que “la 'mejor medicina' para la otitis externa es intentar prevenirla tomando determinadas precauciones, especialmente importantes para los niños y adultos con propensión a padecerla. Por ejemplo, estos deben emplear tapones y mantener el conducto auditivo limpio y seco después de cada baño usando la punta de una toalla limpia y nunca bastoncillos. Otra medida muy importante para toda la población para prevenir la 'otitis del nadador'es evitar el baño en aguas de poca confianza“.
Si te cuesta librarte de la otitis en verano, entonces debes evitar los baños demasiado largos. En el caso de los niños, mucho mejor si le reduces el tiempo en el agua y asegúrate de que sus oídos se queden bien secos al salir del agua.
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