"Zonas Azules", el ejemplo clave para una vida larga y plena, según Dan Buettner
Investigación y Tecnología
Tener una razón para levantarse cada mañana, según Dan Buettner, puede alargar la vida en hasta siete años
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A todos nos gustaría vivir el máximo de tiempo posible, tapar nuestras arrugas y evitar envejecer. Hay que ser realistas y aceptar que es el paso de nuestra vida, pero ¿tenemos calidad de vida durante ese proceso? Parece que Dan Buettner, explorador de National Geographic y autor de varios libros sobre longevidad, tiene una perspectiva refrescante y profundamente humana sobre cómo podemos vivir más y mejor. A través de su investigación, Buettner identificó cinco regiones del planeta donde las personas no solo viven más tiempo, sino que lo hacen con altos niveles de bienestar físico, emocional y social. A estos lugares los denominó "Zonas Azules".
No se trata de buscar soluciones farmacéuticas o avances científicos. Las "Zonas Azules" nos aportan lecciones simples, accesibles y profundamente conectadas con los valores culturales, las rutinas diarias y la vida comunitaria. Estudiar estos enclaves nos permite repensar nuestra manera de vivir en las sociedades modernas y entender que la clave para una vida larga y feliz puede estar más cerca de lo que pensamos.
El origen de las "Zonas Azules" y qué las define
Las "Zonas Azules" son cinco regiones en el mundo que destacan por tener una de las mayores concentraciones de personas centenarias, con bajos índices de enfermedades crónicas y una calidad de vida notable incluso en la vejez. Estas regiones son: Okinawa (Japón), Cerdeña (Italia), Icaria (Grecia), Nicoya (Costa Rica) y la comunidad adventista de Loma Linda (California, EE. UU.).
Dan Buettner, en colaboración con científicos, médicos y demógrafos, pasó años estudiando a las personas que vivían en estas zonas con el fin de identificar los factores que tenían en común con los que, a su vez, podrían explicar su longevidad. Lo más interesante es que, pese a la diversidad geográfica y cultural, estas comunidades comparten hábitos y valores similares que parecen influir directamente en su salud y longevidad. Entre esos elementos comunes destacan la alimentación basada en plantas (rica en vegetales, legumbres, cereales integrales y baja en carnes procesadas), la actividad física constante pero no forzada (como caminar, cultivar huertos o realizar tareas domésticas) y un fuerte sentido de propósito vital. Este último concepto, llamado "ikigai" en Okinawa y "plan de vida" en Nicoya, se refiere a la sensación de tener una razón para levantarse cada mañana, algo que según Buettner, puede alargar la vida en hasta siete años.
Asimismo, las personas en las "Zonas Azules" disfrutan de relaciones sociales estrechas, vínculos familiares sólidos y una vida comunitaria activa. No es raro encontrar a grupos de amigos que se acompañan durante toda la vida o abuelos que viven con sus hijos y nietos, participando en la educación y crianza. Este entorno social ofrece un fuerte apoyo emocional y contribuye a reducir el estrés, otro factor que se ha demostrado clave en la prevención de enfermedades.
El enfoque de Dan Buettner: llevar las "Zonas Azules" al resto del mundo
Más allá de documentar estas regiones extraordinarias, Dan Buettner ha trabajado activamente en trasladar las enseñanzas de las "Zonas Azules" a comunidades modernas a través de lo que denomina los "Blue Zones Projects". Se trata de iniciativas urbanas que rediseñan entornos físicos, sociales y culturales para fomentar hábitos saludables entre los ciudadanos. Estos proyectos se han implementado en varias ciudades de Estados Unidos y han mostrado resultados concretos, como por ejemplo que se ha reducido las tasas de obesidad, ha aumentado la esperanza de vida y ha mejorado la salud en general.
Buettner sostiene, por tanto, que el entorno es más poderoso que la fuerza de voluntad. Por eso, su enfoque se basa en cambiar los sistemas que rodean a las persona,: desde la disposición de los espacios públicos que invitan a caminar o montar bicicleta, hasta políticas comunitarias que incentiven el consumo de alimentos frescos y reduzcan el acceso a comida ultraprocesada. Su objetivo no es individualizar la responsabilidad del bienestar, sino crear las condiciones para que las decisiones saludables sean las más fáciles y naturales.
La visión de Dan Buettner es holística a través de la cual entiende que no se puede separar la salud del contexto en que se vive. Por eso, insiste en que, si queremos vivir más y mejor, debemos construir sociedades que lo faciliten. Por otra parte, asegura que inspirarse en las "Zonas Azules" no significa copiar exactamente lo que hacen sus habitantes, sino adaptar sus principios esenciales a nuestra realidad actual. Las lecciones que emergen de estos enclaves longevos no solo son una guía para la salud física, sino también para una vida más rica, plena y conectada.
En un mundo marcado por la prisa, la desconexión y el estrés crónico, Buettner nos recuerda que el secreto para vivir mucho tiempo está, quizás, en volver a lo esencial: comer bien, moverse a diario, tener un propósito, y rodearse de personas que nos quieren. Tal vez el verdadero elixir de la longevidad no se encuentra en una cápsula, sino en la forma en que decidimos vivir cada día.
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