¿Por qué nos sentimos en peligro aunque sepamos que estamos a salvo?: esta es la técnica utilizada para romper con este pensamiento

La regulación somática es una técnica que se utiliza para conseguir la tranquilidad a través de movimientos lentos y la respiración profunda

Mi pareja tarda horas en contestar a mis mensajes: consejos de psicología para gestionar la ansiedad que genera

Persona con ansiedad
Persona con ansiedad / Pexels

Cuando vivimos situaciones que nos generan ansiedad, el cuerpo se queda en estado de shock, pensando que el peligro sigue presente y no es capaz de salir de ese bucle. No se trata de debilidad, sino de una respuesta que genera porque no se le ha dicho que es el momento de parar y tranquilizarse porque todo está en calma.

Aunque la mente puede saberlo, es cierto que, el sistema nervioso sigue actuando en alerta con lo que pueda volver a pasar como si tuviese que sobrevivir. Así que cada gesto, cada mirada puede activar la memoria corporal de miedo.

Aunque se pueda pensar que este es un hecho aislado, realmente, se repite en terapia. Esta psicóloga muestra un paralelismo que ayudará a entender mucho mejor esta situación: "El cuerpo es un guardia de seguridad que aún no ha terminado su turno. El edificio que vigila está vacío, pero sin embargo, él sigue vigilando. Nunca nadie llega a decirle que ya podía descansar y parar su turno".

En sus sesiones, usa una técnica que lleva a la tranquilidad del paciente y le devuelve ese estado de paz que tenía antes del conflicto. Es la regulación somática.

En qué consiste la regulación somática y cómo devuelve el estado de paz mental

La regulación somática es el proceso mediante el cual el cuerpo gestiona y equilibra las respuestas fisiológicas ante el estrés, las emociones intensas o las experiencias traumáticas. Se basa en la comprensión de que el cuerpo y la mente están profundamente interconectados: lo que ocurre en uno afecta al otro.

Cuando una persona enfrenta una situación amenazante, su sistema nervioso autónomo activa respuestas automáticas —como la lucha, huida o congelación— para garantizar la supervivencia. Sin embargo, si estas respuestas quedan “atascadas” o no se completan adecuadamente, pueden generar una activación crónica del sistema nervioso, lo que se manifiesta en tensión muscular, ansiedad, dificultad para relajarse o desconexión emocional.

La regulación somática busca restablecer la autorregulación del sistema nervioso, permitiendo que el cuerpo vuelva a un estado de equilibrio y seguridad. Para ello, se utilizan estrategias corporales conscientes, como la respiración profunda, el movimiento lento, la atención a las sensaciones físicas, y la liberación gradual de la tensión acumulada.

En terapias, desarrollada por Peter Levine, doctor en Física de la Medicina y Biología de la Universidad de California y doctorado en Psicología, se enseña a las personas a observar las señales corporales sin juzgarlas, a modular su nivel de activación y a liberar de manera segura la energía contenida en las respuestas de supervivencia. Este enfoque no busca revivir el trauma, sino permitir que el cuerpo complete las respuestas interrumpidas y recupere su capacidad natural de autorregularse.

Al inicio, sentir seguridad puede dar muchísimo miedo porque es algo que tu cuerpo no es capaz de reconocer todavía, pero con el tiempo esa paz que podía parecer ajena, empieza a sentirse como hogar", explica la psicóloga. Entonces, aunque pueda parecer el cuerpo está roto, realmente, necesita ese permiso para soltar todo aquello que le preocupa y le provoca esa sensación de inseguridad.

Referencias bibliográficas:

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