Será una de las imágenes de esta próxima cuaresma. El Crucificado del Mandato, titular de la antigua Hermandad del Lavatorio, volverá a protagonizar un acto de culto externo después de 350 años. La imagen saldrá en vía crucis desde la iglesia de Santa María la Blanca y recorrerá las calles de la antigua judería el próximo 11 de marzo, segundo viernes de cuaresma. El acto servirá también para inaugurar la recuperada puerta primitiva del llamado templo de las tres religiones durante su etapa como sinagoga. El Cristo del Mandato accederá a la iglesia por la puerta de la calle Archeros tras el rezo público.

El vía crucis impulsado por el párroco, Miguel Ángel Núñez, y en el que colabora la Hermandad de gloria de la Virgen de las Nieves, saldrá de Santa María la Blanca a las 19:30. El rezo discurrirá por las calles Santa María la Blanca y Doncellas hasta llegar a Cruces, donde en torno al calvario de forja vivirá su momento más íntimo. Posteriormente, regresar nuevamente por Doncellas, Santa María la Blanca y acceder al templo por el recientemente recuperado acceso lateral en la calle Archeros. Será allí donde la imagen del crucificado puesta en pie reabra la puerta después de décadas clausurada.

El Cristo del Mandato saldrá a la calle 350 años después. La última vez que la imagen del crucificado pisó las calles de Sevilla fue en 1662 según la documentación existente. Estuvo a punto de salir en vía Crucis en octubre de 1965 con motivo de la gran misión popular que se realizó en la ciudad, pero la lluvia lo impidió.

La imagen del Cristo del Mandato.

Aunque el rezo del vía crucis en Santa María la Blanca es una práctica habitual los viernes de cuaresma, con este ejercicio se recuperará una de sus tradiciones más añoradas: cuando cruz en mano se salía del templo para discurrir por las calles aledañas. Durante muchos año se empleó para este culto externo una cruz hueca que todavía se conserva en la iglesia.

La imagen del Cristo del Mandato preside la capilla sacramental de la iglesia de Santa María la Blanca formando un calvario junto a la Virgen del Pópulo y San Juan Evangelista, todas ellas imágenes titulares que fueron de la antigua Hermandad y Cofradía del Santísimo Sacramento, animas benditas del purgatorio, Sagrado Lavatorio de Nuestro Señor Jesucristo y Madre de Dios del Pópulo. Aunque la cofradía se extinguió hace mucho, tanto el Crucificado del Mandato como la imagen de la Madre de Dios del Pópulo, recientemente restaurada por Francisco Carrasco, siguen gozando de una gran devoción.

El Crucificado del Mandato es obra en papelón de 1,70 metros de altura. Su autoría se atribuye a Diego García Santana en torno a 1599. La Virgen del Pópulo es obra de Pedro Nieto. Cada Viernes de Dolores, las imágenes se llevan al altar mayor para realizar una meditación y quedan expuestos a la veneración de los fieles. Una muestra más de una devoción intima pero profundamente viva en la antigua judería. 

Una breve pero fecunda historia

La historia de la Hermandad del Lavatorio o del Pópulo es apasionante. Su origen fundacional está en la vecina iglesia de San Esteban donde se constituye la Hermandad del Pópulo en 1598 y posteriormente se le agrega la del Cristo del Mandato. Sin embargo, en 1610 ya se encuentra radicada en Santa María la Blanca como Hermandad del Lavatorio, Santísimo Cristo del Mandato y Madre de Dios del Pópulo.

Se unió a la Hermandad de la Quinta Angustia en la reducción de cofradías de 1623, pero se volvieron a separar en 1624. En 1672 se fusionó con la sacramental gracias a la mediación del canónigo Justino de Neve, hermano de ambas. En 1662 realizó su última estación de penitencia documentada cuyo cortejo estaba formado por tres paso: el misterio que recogía el Sagrado Lavatorio, un paso con el Cristo del Mandato y un paso de palio que portaba a la Madre de Dios del Pópulo.

La Virgen del Pópulo de Sevilla, atribuida a Pedro Nieto

Entre los personajes ilustres que han sido hermanos de ella destacan el maestro ceramista Cristóbal de Sepúlveda, el canónigo Justino de Neve, el poeta Fernando de la Torre Farfán o el escultor José Montes de Oca, que además formó parte de la junta de gobierno durante décadas. A esta lista hay que sumar toda la nobleza de la collación: los marqueses de Velada, marqueses de Astorga, marqueses de Dos Hermanas, condes de Altamira, marqueses de Villamanrique… La hermandad ha vivido dos intentos de reorganización en los años 70 y a mediados de los 90 del pasado siglo, aunque ninguno ha llegado a cuajar.