El alcalde de Sevilla califica de "éxito" la Semana Santa de 2025, pero insta a una reflexión "con todos los protagonistas"
Balance
"Firmaría para 2026 una Semana Santa como ésta"
"No me gustan las vallas en los aforamientos, pero no cuestiono las medidas de la Policía Nacional"
El balance de la Semana Santa 2025: "la movilidad que perdimos"

Para José Luis Sanz, alcalde de Sevilla, la Semana Santa de 2025 ha sido un "éxito". Las incidencias que en esta edición se han producido son "mínimas". Pero, pese a este mensaje triunfalista expresado durante el balance de la fiesta, el regidor insta a abrir un debate que sirva de "reflexión" con "todos los protagonistas" implicados en la celebración religiosa. Un análisis que incluye aspectos polémicos como el vallado para los aforamientos, la inflación en el número de nazarenos o el constante uso de las sillas plegables en sitios prohibidos. Es decir, los males que afectan a la Semana Santa del siglo XXI y que este año han quedado más que evidenciados.
La rueda de prensa de este Lunes de Pascua ha estado marcada por la muerte del papa Francisco. Minutos antes de que comenzara, el alcalde ha transmitido su pésame y el de toda la corporación local al arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz. Tras esta muestra de condolencia, las palabras de Sanz han tomado un tono triunfalista. Frente a las críticas de la oposición y de muchos sectores de la ciudad ante lo que se considera una fiesta "intervenida" desde el poder civil, el regidor se ha mostrado contundente a la hora de felicitar y agradecer a los más de 4.000 trabajadores municipales que han logrado que esta Semana Santa sea un "éxito".
Para reforzar esta idea, el primer edil ha basado su intervención en una suma de cifras que demuestra el buen funcionamiento de los servicios públicos estos 10 días, desde el Viernes de Dolores al Domingo de Resurrección. Las incidencias que se han producido, en su opinión, son mínimas frente al éxito de su segunda Semana Santa como alcalde. "Firmaría ahora mismo una Semana Santa como ésta para 2026", ha respondido Sanz a las preguntas de los periodistas por la falta de poda de los árboles en la Plaza del Duque o el excesivo número de vallas en enclaves muy céntricos de la ciudad, como la Cuesta del Rosario o el Arco del Postigo.
Los aforamientos
Respecto a la colocación de dichas barreras, el alcalde ha hecho responsable a la Policía Nacional de las mismas. Tanto las situadas en los lugares mencionados como las que se instalaron antes del acceso a la carrera oficial, lo que impidió a hermandades como la Estrella o el Baratillo avanzar algunos metros hasta la Campana y descongestionar sus cortejos. "A mí no me gustan, pero no voy a cuestionar medidas de seguridad que decide la Policía Nacional o Local", ha subrayado Sanz. Debe recordarse que el presidente del Consejo de Hermandades, Francisco Vélez, calificó el Viernes Santo de "abominable" las vallas que obligan a esperar a las cofradías para entrar en la carrera oficial.
Seguramente éste, el del excesivo número de vallas y los aforamientos, sea uno de los motivos de reflexión del debate que el alcalde sugiere sobre la fiesta más importante de la ciudad y su futuro en este siglo. Un análisis en el que debe tener cabida también el incremento de los cortejos penitenciales (en los que han participado más de 75.000 nazarenos), inflación muy destacada tras la pandemia del Covid. Sanz no ha expresado su opinión al respecto, al considerar que es un asunto que compete "al Consejo y las hermandades", pero sí ha deslizado que debe ser también debatido, especialmente en jornadas tan particulares como la Madrugada, que se cerró con una hora de retraso en la carrera oficial. Las cofradías crecen en número de participantes, pero los tiempos de cada día y el espacio físico siguen siendo los mismos. ¿Es el momento ahora de abordar una importante reforma de la Semana Santa? Todo puede caber en ese debate requerido por Sanz, pese a su mensaje "triunfalista" por una edición carente de "grandes incidencias".
Respecto a la cada vez mayor presencia de turistas en la Semana Santa, el regidor ha dejado claro que el Ayuntamiento no hace ninguna promoción de esta fiesta, entre otros motivos, porque no la necesita. "Tenemos la mejor Semana Santa del mundo, que se promociona sola. Luchar contra esto es muy complicado", ha insistido. Una palabras que vienen a colación de lo expresado por el presidente del Consejo en vísperas del Domingo de Ramos, cuando admitió que a esta celebración no le hace falta el turismo. Todo ello tras una edición que se ha cerrado con más de un 80% de ocupación hotelera.
Agradecimiento a la hostelería
Por cierto, Sanz ha aprovechado la rueda de prensa para "agradecer a la hostelería" su comportamiento en esta recién acabada Semana Santa. Ha puntualizado que el 99,5% de los negocios ha cumplido con la normativa establecida para la celebración. De los más de 3.500 establecimientos dedicados a tal actividad en la ciudad, sólo se han afectuado actuaciones en 206, que se han saldado con tres precintos, dos en bares y uno en un punto de venta de alimentos.
No han faltado -como es habitual- las consabidas cifras del impacto económico, que se elevan a 500 millones de euros. Cantidad que los expertos ponen en duda todos los años.
Respecto a uno de los mayores males de la celebración desde la pasada década, el de las sillitas plegables, se han intervenido más de 400 en las zonas prohibidas. Es cierto que puede haber menos asientos de este tipo, pero no es menos verdad que su limitación también provoca que buena parte del público permanecer sentado durante horas directamente en las aceras e, incluso, en la calzada, en puntos estratégicos como la Cuesta del Bacalao o comienzos de Francos. Este hábito genera el mismo efecto que las sillitas: un uso privativo del dominio público que impide la fluidez de la circulación de las personas y que convierte la Semana Santa en estática, creando un grave problema de movilidad.
Incidente en Relator
También ha aludido a lo ocurrido durante la Madrugada en la calle Relator, a escasos metros de donde discurría la Macarena y que acabó con una persona herida. Se produjo una deflagración que provocó que varias arquetas saltaran por los aires. Según Sanz, todo se debió a "una acumulación de gases". Ha subrayado la rápida actuación de los servicios municipales y la correcta respuesta de la cofradía y el público presente, que impidieron que el incidente fuera a mayores. Se va aprendiendo a reaccionar a los momentos de pánico.
Otro de los datos destacados, los pasajeros que han hecho uso del transporte público. Unos 2,5 millones de viajeros se han subido a Tussam, cifra superior -casi un 18% más- que la de 2023. El día de mayor presencia de público ha sido el Miércoles Santo. Todo ello en una edición marcada por la bajada de asistentes desde su comienzo y que ha sido casi plena. Se han quedado sin realizar estación de penitencia ocho cofradías (del Lunes y Martes Santo), número bastante inferior al de 2024, cuando la lluvia causó muchos más estragos.
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