El análisis

La concordia Gran Poder-Macarena, de nuevo a debate en la Madrugada de la Semana Santa de Sevilla

Salida de la Macarena

Salida de la Macarena / Juan Carlos Muñoz

Varios siglos atrás en el tiempo, la participación de las hermandades en la Semana Santa y la estación de penitencia a la Catedral se aprobaban casi de manera anual, es decir, la autoridad dispensaba licencias para poder procesionar y trazaba la nómina de los días en función de la tradición y a la antigüedad. Sin contar, por supuesto, las posibilidades de cada cofradía y la estabilidad de las que en aquel momento gozasen. No todas podían permitirse el lujo de salir a la calle cada año.

En el Anexo XII de las Reglas de la Hermandad de la Macarena, o en el V de las Reglas de la Hermandad del Gran Poder, queda expresamente establecida una Concordia de orden de paso entre ambas cofradías, una permuta que se remonta de manera oficial a principios del siglo XX, concretamente, a 1902. El origen de esta célebre Concordia no contenía más propósito que dar por finalizadas las desavenencias compartidas por las preferencias de acceso a la Carrera Oficial, una cuestión que se remontaba décadas atrás, casi desde finales del XVIII.

En no pocas Madrugadas se producían altercados y confrontaciones para disputarse el orden de paso, sin que existiera un ente regulador que estableciera una solución razonable y equidistante. Hasta que el Cardenal Marcelo Spínola decretó (alias baculazo) que el Gran Poder ocupase el segundo lugar de la jornada, por delante de la Macarena, con la expresa condición [...] de enviar todos los venideros Viernes Santo de doce a una de la madrugada a la Iglesia en que estuviese legalmente establecida la primera una representación de la misma y presente la representación de la Hermandad de la Esperanza, solicite de esta la oportuna venia para hacer estación con antelación a ella, autorización que deberá serle concedida a la de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder... 

Sigue: [...] y entendiendo que si en algún año faltase a ella sin causa justificada, quedará sin efecto la sesión de derecho consignada en esta Concordia y en libertad ambas Hermandades para ejercitar las acciones de que se crean respectivamente asistidas en la forma y lugar correspondiente. Una permuta que, a día de hoy, se mantiene y se celebra como un acto de unidad y fraternidad entre ambas corporaciones.

Tras la carta emitida por Ignacio Soro a sus hermanos, valorando la situación actual de la jornada y la configuración de la Madrugada para 2023, en numerosos círculos y debates cofradieros se rescata la posibilidad de deshacer, a efectos prácticos y logísticos, esta permuta, puesto que -entienden- solucionaría buena parte de los problemas que adolece la Madrugada del Viernes Santo. Esta cuestión no es novedosa, ni mucho menos. Hace ya casi diez años que la jornada continúa en el foco de los análisis y con esta posibilidad como solución.

El Señor del Gran Poder El Señor del Gran Poder

El Señor del Gran Poder / Juan Carlos Vázquez

Los partidarios de disolver esta permuta en el plano funcional esgrimen que, de este modo (y sin tener en cuenta los cambios establecidos para este 2023), el Silencio no tendría que alargar su recorrido de vuelta por el entorno de la Concordia (entrañable paradoja) para acceder a San Antonio Abad y el Gran Poder, al retrasar su posición, no encontraría rastro de la Esperanza de Triana por la calle Zaragoza. De este modo, además, la cofradía trianera no necesitaría comprimirse más de lo debido para liberarle el paso a la cofradía de San Lorenzo. Por lo tanto, los cruces quedarían disueltos y cada cortejo podría discurrir con cierta tranquilidad y sin las apreturas del reloj. 

Sin embargo, otros cofrades coinciden en que son varios los puntos negativos los que arroja esta opción. En primer lugar, el horario. La Macarena tendría que salir en pleno Jueves Santo, cuestión que no compartían las cofradías de esta jornada hace casi ocho años. Tampoco era una posibilidad favorable a ojos de Palacio, aunque ya a nadie le resulta extraño presenciar la entrada de la Virgen del Valle y, a lo lejos, levantando la mirada hacia una dimensión distinta, contemplar la Cruz de Guía del Silencio en el palquillo de la Campana. Estirar la jornada por el principio implicaría modificaciones en los horarios de los Oficios para así reajustar también la jornada del Jueves Santo.

En el Gran Poder han mostrado varias veces su disconformidad con retrasar su horario, una medida obligada si se atrasa su posición en la nómina. Además, entienden que han sido numerosos los sacrificios que han asumido durante décadas y que, lo justo, en caso de suprimir la Concordia y en opinión de algunos hermanos, es recuperar el itinerario natural, cuestión casi imposible al encontrarse Los Gitanos en plena calle Orfila. Incluso si el Gran Poder ocupase el tercer puesto, la hermandad del Silencio, ya de regreso por Aponte, podría encontrar limitado el transitar por esta zona, tras haber pasado el Gran Poder en cuestión de minutos por la calle que lleva su nombre camino de la Carrera Oficial. Por último y no menos importante, al adelantar la Macarena su horario casi una hora, llegaría al cruce de Santa Ángela poco después de haber pasado Los Gitanos por ese mismo entorno en su camino de ida a la Campana. 

Lo que parece meridianamente claro es que la Semana Santa necesita evolucionar y adaptarse, y si es de manera independiente, tanto mejor para todos: el espacio es casi idéntico, pero los cortejos no lo son, ni la sociedad tampoco. Medidas del hoy para la Semana Santa del hoy, independientemente del asunto de la Concordia. Primero, cumplir horarios. Esencial. Luego, comprender y valorar contextos pasados pero entender y ajustar los presentes, que son los que estamos viviendo y los que debemos afrontar. Servidor siempre confiará en la autonomía de las hermandades y su capacidad de autogestión. Es hora de demostrarlo de una vez. Por eso ha sobrevivido y permanecido, durante siglos, la Semana Santa de Sevilla.

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