Sevilla organizará el próximo año 2024 la segunda edición del Congreso Internacional de Hermandades y Religiosidad popular, una cita en el que el mundo cofradiero pondrá en común cómo vive el presente y, sobre todo sentará las bases de cómo hay que afrontar el futuro, el delicado y complejo futuro lleno de amenazas. Como colofón a esta gran cita que tendrá lugar en el mes de diciembre habrá una gran procesión en la que participarán las principales devociones de la ciudad y algunas de la provincia. Al menos, esa es la idea. 

Pero, ¿cuáles son esas imágenes? Esa es la pregunta que se hace todo el mundo y, de momento, sólo monseñor Saiz tiene la respuesta. Es el arzobispo el que ha asumido personalmente este asunto y es quien está trasladando a las distintas hermandades la invitación para que sus imágenes puedan participar en esta gran procesión a la que el prelado se ha referido como "la traca final". Ni las personas que están colaborando en la organización del congreso están metidos en las gestiones.

Si el primer congreso, en octubre de 1999, se clausuró con la coronación canónica de la Virgen de la Estrella, una de las principales devociones de la ciudad, ahora se ha querido darle una vuelta de tuerca. Tampoco se parecerá a las procesiones organizadas, por ejemplo, con motivo de la declaración del patronazgo de la Virgen de los Reyes en 1946. 

Sí está claro que la intención del Arzobispado es que formen parte de la procesión las principales devociones de la ciudad. En este punto está claro que la invitación se cursará, como mínimo, al Señor del Gran Poder, la Macarena y la Esperanza de Triana. Pilares de la devoción en Sevilla. Por supuesto la participación de la Virgen de los Reyes, patrona de la ciudad y su Archidiócesis, hay que tenerla muy presente. La invitación se puede extender a más corporaciones sevillanas e incluso a algunas muy relevantes de la provincia, como Consolación, Loreto, Valme, Gracia o Cuatrovitas.

¿Cuándo se darán a conocer los detalles?

Habrá que esperar al próximo lunes 16 de octubre para conocer todos los detalles y las imágenes que finalmente participarán en el acto. Ese día se celebra la apertura del curso cofradiero con todos los hermanos mayores y fue el foro elegido el año pasado por monseñor Saiz para anunciar la celebración del congreso.

Donde están muy informados de toda la temática de tan relevante cita es en Roma. No en vano el arzobispo, junto a otros miembros del comité organizador, han mantenido importantes reuniones en el Vaticano para recibir las indicaciones y la orientación oportunas.

En Sevilla se trabaja para cerrar el congreso más allá de la procesión magna. Las conferencias y simposios se celebrarán en la Catedral y se traerá a ponentes internacionales de primer nivel para huir de la saturación local y dar una aire renovado a la cita. Como actos culturales habrá varias exposiciones en la Fundación Cajasol y en otros espacios como el Archivo de Indias o el Convento de Santa Clara.

El saturado calendario de procesiones extraordinarias

La gran procesión de clausura del Segundo Congreso Internacional de Hermandades y Religiosidad Popular quedará enmarca entre un muy saturado calendario de salidas extraordinarias por aniversarios o coronaciones canónicas, como detalló este periódico el pasado domingo. Además, en el horizonte próximo está el año 2025 y el 75 aniversario del Dogma de la Asunción de la Virgen. Esta efemérides se señaló hace poco como la idónea para celebrar una procesión magna con imágenes de gloria. En el año 2025 también saldrá con casi toda probabilidad la Esperanza de Triana por el mismo motivo.

Hasta ahora el Arzobispado de Sevilla había sido muy reacio a organizar procesiones magnas, como sí ha sucedido en muchas localidades de Andalucía y del resto de España. Las reticencias se rompieron con la autorización para celebrar el Santo Entierro Magno en la pasada Semana Santa.