El nuevo retraso del A400M tendrá un efecto limitado en la industria auxiliar andaluza

Las firmas dicen que perjudicará sus expectativas, pero no a la plantilla y facturación actuales · La planta de montaje, en San Pablo, sí tendrá problemas a partir de 2011

IEl avión de transporte militar de EADS, el A400M, durante su presentación en Sevilla, en junio de 2008.
IEl avión de transporte militar de EADS, el A400M, durante su presentación en Sevilla, en junio de 2008.
E. García Villalón · C. Pizá / Sevilla

16 de enero 2009 - 05:03

Después del varapalo sufrido por la industria aeronáutica andaluza por culpa de los contratiempos del superjumbo A380, todo hacía indicar que los retrasos del avión militar de EADS, el A400M, vendrían a poner la puntilla a un ya tocado sector. Sin embargo, el testimonio de las empresas consultadas por este periódico apuntan que la catástrofe no alcanzará las dimensiones de aquella primera crisis.

¿Por qué? Sencillamente porque el programa del avión militar, cuyo ensamblaje final se lleva a cabo en Sevilla, aún no ha entrado en fabricación en serie, con lo que no son muchas las compañías que estén realizando ya piezas para el mismo. "Ahora se está trabajando en los prototipos de la aeronave y es limitado el número de firmas que está interviniendo en este proceso", explica Ángel Ojeda, presidente de la Asociación de Empresarios Aeronáuticos de Andalucía. "Nuestras enseñas no viven del A400M, sino de productos propios de EADS-CASA como el C-295 ó el CN-235, que van increíblemente bien, y de otros como el A380, que sí es cierto que han causado bastantes dolores de cabeza", sentencia.

En consecuencia, la mayoría de las empresas del sector de la región verán afectadas sus expectativas de futuro más que sus ingresos, plantilla y carga de trabajo actuales a causa del retraso, de al menos tres años, en las entregas del avión militar. "Tras la crisis abierta por el A380, el A400M se presentaba como la promesa de recuperación del sector, pero nos han quitado el caramelo de los labios antes de probarlo", explica Alberto Simón, gerente de Navair, firma que se ha adjudicado la fabricación del sistema de defensa de la aeronave. "No obstante, estamos curados de espanto después de vivir experiencias como las del Eurofighter, que acumuló siete años de retrasos", Ovén Martín, director general de Grupo TAM.

En este contexto, la mayor parte de las empresas que trabajan para el programa, como Elimco, Navair, Consur Airgroup o Easy Industrial Solutions -ver texto adjunto con las actividades que desarrollan- aseguran que el A400M no hará estragos ni en sus cuentas ni mucho menos en sus plantillas. "Nadie contrata a personal ni realiza grandes inversiones si no se tiene el trabajo asegurado, por lo que no hemos de esperar despidos en cascada ni grandes golpes en la facturación", indican.

Es más, la diversificación tanto geográfica como de negocio de muchas servirá para paliar la demora. "En Elimco, el impacto será mínimo, trabajamos para otros muchos programas y clientes", señala su presidente, Nicolás Jiménez. La gaditana Easy Industrial Solutions, que se dedica a la fabricación de amarres para el A400M, afirma que, hasta el momento, no ha notado "nigún bajón de la demanda". No obstante, reconoce que "también es cierto que nuestro paquete de trabajo más interesante es el A320 MRTT y no el avión militar", matizan fuentes de la compañía.

Por su parte, Ignacio González, presidente de Consur, grupo que hace piezas para el estabilizador horizontal del aparato, subraya que "el programa militar no dejará un gran vacío en la fabricación, ya que no se trata de un programa vivo, sino que sólo se estaban desarrollando prototipos". Eso sí, en lo que muchos coinciden es en que los planes de incorporar a nuevos empleados a la plantilla se han quedado congelados. "A lo sumo, puedo decir que si íbamos a incorporar a cinco personas a la empresa, ahora no lo haremos", señala.

Sin embargo, no todo es de color de rosa, empezando por la propia EADS-CASA y terminando por las compañías que han nacido al calor del A400M y las vinculadas a riesgo al programa. Así, el presidente del comité de empresa de la factoría de San Pablo, Manuel Falcón, asegura que, si bien los retrasos "no tendrán un efecto inmediato en la carga de trabajo ni en la plantilla", los problemas surgirán a partir de 2011. "Actualmente, nuestra cartera de productos propios, CN-235 y C295, es fortísima y emplea a 220 personas, mientras que el A400M ocupa en torno a 100", señala. Para Falcón, la planta tendrá trabajo durante los próximos años porque se tienen que desarrollar, al menos, cuatro prototipos del A400M, pero si previamente se ha paralizado la producción de piezas en las distintas factorías europeas, "en 2011 nos encontraremos con que no tenemos nada que ensamblar", explica.

Del lado del tejido auxiliar, las perspectivas para determinadas compañías se han oscurecido con la situación actual. Es el caso de STSA, sociedad participada por la sevillana Índalo y el grupo francés STTS, que levantó un hangar junto a la FAL (planta de ensamblaje del A400M) para pintar estos aviones. De momento, han dado color a un A400M -junto a varios modelos propios de CASA-, y los planes pasaban por tratar cuatro o cinco más este año. Sin embargo, "el retraso del aparato nos lleva a tener que negociar con EADS la posibilidad de usar las instalaciones para pintar otras aeronaves, y así amortizar la inversión de 18 millones de euros", avanza su consejero delegado, Julio Casas. Asimismo, la delicada situación del programa abortará los planes de sumar 20 trabajadores a su plantilla de 90.

El grupo Sevilla Control, por su parte, reconoció que todas sus empresas se están viendo afectadas por la demora del A400M. De hecho, el 8% de sus 300 empleados está vinculado al programa y, de los ingresos previstos para este año, cuatro deberían haber procedido del proyecto -facturó 24 millones en 2008-. "Aún así, no vamos a prescindir de nadie", sentencia José Luis Montaño, presidente de la firma. El gerente de Navair concreta que "hoy por hoy, la fabricación del sistema de defensa del A400M también está en stand by, a la espera de que EADS defina el modelo definitivo". Pero, quizá, uno de los varapalos más fuertes sea el sufrido por Alcor y LTK400, que realizaron "una inversión monumental en un almacén logístico en Aerópolis para dar servicio al A400M y no verán un duro hasta dentro de tres años", sentencia Ojeda.

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