Sevilla

Brotes de coronavirus en las Tres Mil: "Aquí la gente tiene Covid y sale como Pedro por su casa"

Una mujer, con mascarilla, en una calle cercana a las Tres Mil Viviendas.

Una mujer, con mascarilla, en una calle cercana a las Tres Mil Viviendas. / Juan Carlos Vázquez

El líder vecinal de las Tres Mil Viviendas hace un llamamiento a las administraciones ante la situación "extrema" que se vive en el barrio a cuenta de los brotes de coronavirus activos en la zona. Rafael Pertegal, presidente de la Asociación de Vecinos Martínez Montañés, asegura que el repunte de la enfermedad, con al menos cuatro brotes actualmente en diferentes familias, está desencadenado incluso situaciones de violencia y miedo entre los vecinos a reconocer su infección ante posibles represalias. 

"Aquí hay personas que hacen caso omiso a los protocolos de seguridad y estando contagiadas se pasean como Pedro por su casa. No se confinan, ni llevan mascarillas y tampoco avisan a sus contactos de su infección, con las consecuencias sanitarias que ello conlleva y generando una situación muy tensa", asegura Pertegal.

Esa tensión que la expansión de la pandemia está generando en el barrio es tal que, según destaca el líder vecinal, hay vecinos que tienen "miedo" a posibles respuestas violentas por parte de otros convivientes en la zona si reconocen su infección. "Hay gente que está ocultando su contagio y hacen su vida normal, sin avisar a sus contactos sobre su infección, provocando una situación tensa. Hay algunos que sí lo han dicho y por ello han intentado pegarles y echarlos de su propia vivienda. Se ha dado el caso de un vecino que, siendo positivo, salia y entraba como si nada hasta que alguien se enteró y le rompieron el coche y lo amenazaron con meterle fuego", relata.

Ante esta situación, Pertegal pide más control policial y más actuaciones a las administraciones y, aunque valora positivamente la suspensión del mercadillo del Polígono Sur, asegura que "no es suficiente". "Pido a las administraciones que actué con más eficacia y más rápido. Aquí se hacen celebraciones casi a diario. Son muy numerosas y al aire libre y son imposibles de controlar el aforo de personas que asisten, generalmente masificadas. Últimamente no veo mucha Policía y hay que tener en cuenta que se trata de un barrio que tiene más vida en horario de tarde-noche que por la mañana y es ahí cuando hay que actuar", afirma.

Respecto al uso de la mascarilla, Pertegal sí reconoce una mayor conciencia en el barrio a raíz de los brotes de este verano. "Ahora que se ha empezado a ver el virus de cerca en el barrio es cuando la gente se lo está tomando más en serio... antes nadie la llevaba", subraya. 

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