Buscan en Sevilla a un maltratador denunciado por ocho mujeres tras quitarse la pulsera de control

Una de las víctimas ha vuelto a denunciarle por amenazas tras hacerlo hace tres meses por quebrantar continuamente la orden de alejamiento

Una joven sevillana explota contra el sistema de protección de las víctimas: "Es una burla"

Imagen de archivo de un acto de repulsa frente a la violencia machista.
Imagen de archivo de un acto de repulsa frente a la violencia machista. / Enric Fontcuberta (Efe)

La Guardia Civil de Sevilla lleva semanas buscando a un hombre que cuenta con ocho denuncias por malos tratos de otras tantas mujeres. También acumula cinco condenas. Una de sus víctimas, que está calificada como de riesgo alto por el sistema Viogén, ha vuelto a denunciarle por amenazas y porque supuestamente se ha quitado la pulsera telemática de control que tenía puesta, de forma que estaba siempre geolocalizado y se enviaba una alerta a la víctima en caso de que quebrantara la orden de alejamiento.

La pulsera permanece activa pero sin movimiento, según ha denunciado esta víctima, que también ha alertado a la Guardia Civil de una serie de amenazas recibidas por parte de su ex pareja, cuya identidad responde a las iniciales J. J. C. P. El pasado mes de junio, lo denunció también porque incumplía a diario la orden de alejamiento que pesaba sobre ella, si bien el denunciado alegó que había sido algo accidental. La joven lleva ya nueve denuncias presentadas contra su ex pareja.

La denunciante llegó a estar considerada como una víctima de riesgo extremo. Como tal, la mujer tuvo que contar con protección policial durante las 24 horas durante un tiempo, hasta que se le cambió esa valoración en una actualización del protocolo. La joven llegó a ser perseguida por su agresor incluso en un viaje que ella hizo a la República Checa.

Cómo funciona el dispositivo de seguridad para órdenes de alejamiento
Cómo funciona el dispositivo de seguridad para órdenes de alejamiento / Departamento de Infografía

Esta joven ya denunció públicamente los fallos del sistema de protección de las mujeres víctimas de la violencia machista. Así, se pasó más de dos semanas esperando la detención de su agresor mientras ella tenía que salir con escolta policial. Sin embargo, los fines de semana se le retiraba esa protección por falta de personal. Se le ofreció irse a vivir a un centro, algo que ella rechazó.

La mujer criticó que el sistema de atención y protección a las víctimas de violencia machista era una burla, a pesar de la publicidad que las autoridades hacen para instar a las mujeres a denunciar. Su agresor no sólo la maltrató física y mentalmente, sino que también se llevó el dinero de la víctima.

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